AMORLALITER

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30 diciembre, 2013

"Te Esperaré" Capítulo 40



Luego de pasar un largo rato recostada por ese árbol ya casi no me quedaban lágrimas para derramar por culpa de este amargo dolor. Sentí una extraña sensación en mi vientre y temí lo peor.

-  Lali: hijito –tomándose la panza- tranquilo amor… -lloró de nuevo sintiendo su panza dura y empezó a caminar a la casa de Eugenia, ya que quedaba cerca- Ojalá la tía esté en su casa –dijo y tomó el teléfono de su cartera-.

(Conversación telefónica: Lali: -llamando- Euge por favor contesta –llorando- Euge: Lali, hermanilla ¿dónde te metiste? Te estamos buscando como locos. Lali: ¿estás con Peter? Euge: no, él estaba en su auto ¿qué pasa? Lali: después te explico, por favor no le digas nada, voy a tu casa, por favor no tardes estoy muy asustada –llorando- Euge: Lali, mi amor, tranquila, respira que no es bueno para el bebé que te pongas mal… Lali: por eso mismo tengo miedo, Euge por favor apúrate. Euge: tranquila, ya llego –le pidió al chofer que manejara más rápido- espérame hermanilla en un momento estoy ahí. Lali: bueno –llegó y se sentó en el portal de la casa de su amiga llorando- te espero –cortó-)


Caminé por esa plaza que me traía tantos recuerdos, pensé que le iba a encontrar, pero no estaba allí. Seguí caminando y la aflicción me invadió una vez más cuando llegué al árbol que tenía tallado nuestros nombres, lo miré con detenimiento y pasé mis dedos por esa marca.


(Flashback: Peter: para mí este es el lugar perfecto. Lali: ¿vos decís? Peter: si-talla sus iniciales y las encierra en un corazón- listo así todos sabrán que estaremos juntos por siempre).


“Todos sabrán que estaremos JUNTOS POR SIEMPRE” resonaba en mi cabeza porque era una cuenta pendiente para mi, era algo que aún no podía cumplir, era algo en lo que fallaba una y otra vez.

Me senté en el suelo mirando a la nada mientras de mis ojos caían continuamente lágrimas. Pasaron unos minutos y la llamé una vez más pero nunca respondió. Cuando estuve a punto de lanzar el celular de la bronca que sentía vi el fondo de pantalla del mismo, era una foto de ella conmigo y mi pequeña sobrina en Navidad, sonreí apreciando esa imagen pero todo se nubló cuando alguien se sentó a mi lado.


-  Peter: ¿qué haces acá? ¿me seguiste? –dijo con bronca- ¿No entendes que no me pasa nada con vos? –vio que iba a hablar- Y antes de que digas algo quiero que sepas que no creeré ninguna de tus excusas…
-  Oriana: si te seguí porque vi como quedaste, quería explicarte… yo –lo miró- te juro que no lo quise hacer era para que el chico dejara de molestarme.
-  Peter: y teniendo tantos amigos ahí ¿tuviste que elegirme a mí? No vengas acá con esas explicaciones, no quiero escucharlas, porque por tu culpa mi Mujer, si mi mujer –repitió ante el asombro de ella- escuchaste bien, se fue de la fiesta quien sabe con qué pensamientos… no sé si te di alguna vez una señal de que me gustabas o no, pero si la viste perdóname pero nunca quise dártela, yo estoy enamorado de Lali, ella es la mujer que amo –se paró y le mostró el árbol- ¿ves esto? Es algo que tallé cuando era un pendejo un poco más chico que vos, pero era un pendejo y a pesar de que estuve separado de ella un tiempo para mí esto siempre fue cierto ¿sabes por qué? –dijo con lágrimas en los ojos- porque ella es mi mundo, es mi vida, es mi todo. El día que te enamores entenderás…



-  Oriana: entiendo –dijo mirándolo segura pero afligida por las palabras que le dijo él- porque yo estoy igual de enamorada, pero de vos… Desde el día que empezamos a trabajar juntos que me gustas…


-  Peter: entonces olvídame –dijo seco- porque conmigo no tendrás nada, vos y yo somos compañeros de trabajo y nada más Oriana, es mejor que te olvides de todo y por favor nunca más vuelvas a hacer lo que hiciste…
-  Oriana: -empezó a llorar- está bien, perdóname –se paró y limpió sus lágrimas- vamos te acompaño y si queres le explico a tu novia lo que pasó.


-  Peter: no con Lali voy a hablar yo y por favor no me sigas más –dijo y empezó a caminar-
-  Oriana: pero Peter… -lo vio marcharse y su bronca volvió a manifestarse una vez más en su rostro- esto no queda así -dijo para si misma-


Pasado unos minutos de haber llegado a la casa de Euge, vi llegar un taxi, de él bajó mi amiga quien corrió a abrazarme y de inmediato me hizo pasar a su casa.

-  Euge: ¿qué te pasó? ¿qué sentís? Ay vení chiquita –la abrazó fuerte mientras veía recorrer las lágrimas una vez más por la mejilla de su amiga-
-  Lali: Peter me engañó, una vez más me engañó, qué estúpida fui al creer que él había cambiado en algo –murmuró-


-  Euge: pero… ¿por qué decís eso? –se hizo la desentendida-
-  Lali: porque si Euge –se sentó en el sofá y miró su vientre- lo peor es que ahora no soy sólo yo la que sufre ¿cómo pudo hacerme esto? ¿cómo pudo hacernos esto? –continuó llorando-
-  Euge: ¿qué hizo? –intentó cercar las lágrimas de su amiga-
-  Lali: volvió a engañarme, con Oriana y no es un cuento, yo lo vi con mis propios ojos besándola.
-  Euge: pero tal vez sea un malentendido amiga –la miró- deberías hablar con él…


-  Lali: -interrumpió- ¿para qué? ¿para que vuelva a mentirme? No, ya sufrí demasiado, no voy a permitir que mi hijo también sufra por su culpa –se tomó fuerte la panza-
-  Euge: cálmate Lali –miró las manos de ella- ¿qué te pasa?
-  Lali: siento mucho dolor… -sintió algo recorrer su muslo, se miró y vio sangre- ay no –lloró- Euge llama al médico por favor.


-  Euge: -la miró- vamos, te llevó –empezó a llorar junto a Lali- por favor cálmate amiga –corrió al  garaje y sacó rápido su auto-
-  Lali: llorando –acarició su vientre mil veces- por favor mi amor no, no me dejes vos también… Por favor… -salió para subir al auto- por favor sé fuerte amor, mamá te va a cuidar –subió al auto rápido-


-  Euge: amiga –llorando mientras conducía rápido- por favor cálmate, el bebé va a estar bien –dijo tomando su mano-
-  Lali: ojalá –dijo sollozando- porque si lo pierdo me muero –tomó el teléfono y escribió un mensaje de texto aunque sin mucha certeza de qué decir-
-  Euge: tranquila hermanilla ya llegamos –bajó corriendo y la ayudó a bajar-


Caminaba en dirección a la casa de Euge cuando me llegó un mensaje de texto de Lali que decía: “tengo miedo… no quiero que esto pase…” y seguido una dirección. Volví corriendo a donde había dejado el auto y me dirigí al lugar indicado lo más rápido posible. Me imaginé de todo mientras repasaba una y otra vez sus palabras en mi mente.



Inmediatamente entramos al hospital y unos médicos de la guardia me llevaron con urgencia a hacerme unos estudios mientras mi amiga aguardaba por mí afuera.

-  Peter –entrando corriendo se dirigió a la secretaria- busco a Mariana Espósito ¿entró por la guardia? –dijo llorando mientras la mujer buscaba su nombre en una computadora-


-  XXX: si acaba de entrar por guardia, seguí ese pasillo de ahí –le mostró- y habla con la secretaria de guardia para que te dé más detalles –dijo amablemente-
-  Peter: gracias –dijo aún llorando y corrió por el pasillo hasta que se topó con Eugenia- Euge ¿qué pasó? –la miró temiendo lo peor-


-  Euge: Lali… tu hijo… –dijo destrozada y lo abrazó-
-  Peter: -se separó y la miró- ¿Qué pasa con Lali y mi hijo? –lloriqueó-
-  Euge: aún no sé pero, ella los vio Peter y se puso muy mal –se sentó y lo tomó de la mano para que se sentara a su lado- y tuvo un sangrado…
-  Peter: ¿qué? –se tomó de la cabeza- no mi hijo, Lali –se paró envuelto en un mar de lágrimas- tengo que verla.
-  Euge: -se paró y lo abrazó fuerte- no hermanito, no podes, déjalos trabajar tranquilo –lo miró a los ojos secando sus lágrimas- tenes que tranquilizarte y ser fuerte pase lo que pase.


-  Peter: ¿cómo queres que sea fuerte? ¿cómo? –gritó- mi mujer y mi hijo están ahí –apuntó a una puerta- ¿cómo puedo ser fuerte si tal vez…  -cayó al piso devastado- pueden salir y decirme que lo perdió? –terminó de decir con un hilo de voz-
-  Euge: -se hincó en el piso- tranquilízate, no pienses eso, piensa positivo, ey –le tomó el mentón y lo miró- todo va a estar bien -justo salió un médico-
-  Médico: familiares de la señorita Espósito –los llamó-


-  Peter: acá –se paró rápido y lo interceptó- ¿cómo está? ¿qué le pasó?
-  Médico: tranquilo, ella está bien, ahora está con unos calmantes por la crisis nerviosa que tuvo.
-  Peter: ¿y mi hijo? –preguntó temiendo la respuesta-
-  Médico: tu hijo está bien, le hicimos unos chequeos y el sangrado con el que ingresó es normal del primer trimestre, los cólicos también, pero –lo miró-
-  Euge: pero ¿qué? –lo miró atenta-
-  Médico: pero desde ahora en más tienen que cuidar de esas crisis, porque la próxima vez puede no ser normal igual es mejor que consulten con el obstetra.
-  Peter: sí, eso haremos –lo miró- ¿puedo pasar a verla un momento?


-  Médico: si pero unos minutos nada más por favor, igual luego le harán efecto los medicamentos y se dormirá, por lo que pasará la noche aquí en observación, pero si pasa –le indicó la habitación-
-  Peter: gracias –sonrió con algunas lágrimas aún en sus ojos y luego se dirigió al cuarto. Entró despacio-
-  Lali: -lo vio entrar- hola… -dijo con un poco de tristeza-
-  Peter: hola mi amor –dijo acercándose a la cama de ella- ¿cómo estás? ¿cómo te sentís?


-  Lali: no me digas mi amor –dijo en seco-
-  Peter: Lali por favor… -suplicó- Euge me contó lo que viste, déjame explicarte como fueron las cosas…
-  Lali: no quiero escucharte, no quiero escuchar cómo me mientes una vez más… -miró para otro lado para que él no viera su llanto- lo único que ahora nos une es nuestro bebé… ya no te quiero más en mi vida Peter –dijo con suma angustia-


-  Peter: ¿qué decís Lali? Mi amor… escúchame por favor, te lo ruego –la tomó de la mejilla y la miró, viendo que ambos lloraban- ella me besó. Sé que te es muy difícil creerme porque en el pasado yo destruí nuestra relación, pero… -susurró ya que la angustia no le permitía hablar- yo te amo –miró los ojos de ella detenidamente- y… realmente soy feliz con vos, sos la única mujer que quiero en mi vida Lali, yo no quiero a nadie más, te lo juro, ella me besó y yo de inmediato me aparté, iba a ir a decirte pero desapareciste amor.
-  Lali: ¿y por qué debo creerte? Seguro si me decías iba a ser por culpa –dijo triste sin apartar la mirada de él- no entiendo cómo pudiste hacerme algo así…
-  Peter: no es por culpa que lo digo sino porque no pienso ocultarte nada amor… -dijo acariciando el rostro de ella y secando sus lágrimas- yo no soy capaz de hacerte algo así, entiéndelo mi amor, yo te amo, te amo porque vos sos la razón por la que soy feliz, por la que quiero todos los días intentar ser mejor hombre, porque vos me cambiaste la vida Lali, antes de vos no tenía nada…


-  Lali: ¿y por qué me lastimaste entonces? –lo interrumpió-
-  Peter: no quise hacerlo amor, ella no me interesa, ni la besé –tomó la mano de ella y la puso en mi pecho- la única a la que puedo besar es a vos, porque yo te amo, porque cuando te tengo cerca mi corazón realmente late y lo hace así como ahora ¿sentís? –dijo y le dio un beso pequeño- ya no llores mi princesa –secó sus lágrimas- yo te juro que te amo –susurró en sus labios-


-  Lali: no sé si puedo creerte –susurró una vez más llorando- ahora vete que necesito dormir –dijo tosca sintiéndose adormilada por los medicamentos-
-  Peter: si amor… -dijo vencido y lentamente se retiró del cuarto-


Cuando salí del cuarto de Lali, salí deshecho, abatido, triste. Caminé y al final del pasillo hallé una vez más a mi hermana. Me entregué a sus brazos y no dije nada, no contesté ninguna de sus preguntas, ni siquiera pude llorar porque ya no quedaban lágrimas para derramar, tan sólo quedaba un dolor amargo y turbio que golpeaba fuerte mi pecho. Cerré mis ojos y me dejé ir por un instante mientras trataba de recuperar el aliento mientras recordaba las palabras de mi amor.


Peter atravesó el umbral de la puerta y un dolor sordo volvió a atravesar mi corazón. Quería creer sus palabras pero no podía, algo lamentablemente no me dejaba hacerlo. Intenté pensar qué haría de ahora en más antes de que las drogas hicieran efecto en mí y me dejaran dormida. Acaricié mi panza por última vez y le prometí algo.


-  Lali: ya nadie nos va a hacer daño amor… mañana nos vamos –susurró y quedó dormida-


FIN DEL CAPÍTULO XL


Tristísimo capítulo el que subo, la verdad que hasta mi me conmovió, lo escribí prácticamente llorando todo el tiempo también así que si lloran o me odian por eso lo entenderé.
Bueno como sabrán ya estamos a punto de terminar el año así que les deseo muy feliz inicio de año ya que este va a ser nuestro último capítulo hasta el 2 de enero si Dios quiere. Espero que esta fiesta la pasen con familia y amigos y la disfruten al máximo.
Y como siempre ya saben comentarios, dudas, correcciones, comentarios buenos y malos lo dejan acá abajo o en mi twitter @Yesi_xsiempreTA. Nos vemos prontito. Los quiero. Besos y abrazos

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