El sol empezó a atravesar la ventana del cuarto. Casi no recordaba lo que se sentía eso porque hace bastante tiempo no dormía allí. En la otra habitación donde compartía la compañía de varias mujeres a la semana, las ventanas permanecían siempre cerradas para que diera la sensación de aún no amanecer. Ni siquiera me explico esa necesidad de que todo el día pareciera de noche que tengo, pero por algo será.
Cuando caí en la cuenta de la semejante noche que pasé volteé a mi lado
para verla dormir. No era como las demás citas que podría tener ella era
especial para mí. Sin duda alguna era la mujer más importante en mi vida. Era
por la única persona por la que estaría dispuesto a cualquier cosa incluso a
renunciar a esa vida insulsa que mantenía, pero para cómo se desarrollaron los
acontecimientos hasta este momento no sabía si esa sensación de estar en el
cielo se desvanecería en cuanto abriera los ojos. Pero a decir verdad con
tenerla un instante más me bastaba.
Me acerqué a su delicada piel y la acaricié con ternura,
serenidad y hasta casi con miedo a que despertara. Rosé sus mejillas y labios
con los míos con la plena seguridad de que en cualquier momento se acabaría esa
sensación tan dulce. Tomé una cámara fotográfica del cajón de la mesa de luz y
me decidí a retratar ese momento. Me acomodé a su lado y sonreí cuando al
momento del flash sentí sus delicados labios dejando un beso en mi mejilla. La
miré y ella sin abrir los ojos sonrió.
- Lali:
¿salió linda mi amor? –preguntó mientras me abrazaba aún sin abrir los ojos-
- Peter:
con vos cualquier foto sale hermosa princesa –dijo mientras dejaba la cámara
para luego abrazarla- ¿cómo dormiste?
- Lali:
bien –sonrió- pero aún no acabé de dormir, durmamos un rato más –propuso-
- Peter:
me encantaría pero son las 10 a.m. y creo que te deben de estar buscando.
- Lali:
que me busquen, quiero quedarme con vos –abrió los ojos- ah, cierto. Vos tenes
que viajar –se sentó en la cama y buscó con la mirada su ropa- yo ya me estoy
yendo.
- Peter:
-la miró- me importa muy poco el viaje, yo quiero quedarme acá con vos, si el mundo
explota afuera, que explote, tan sólo no quiero que te explote en la cara –se
acercó y le dio un beso en la mejilla-
- Lali:
-sonrió- a pesar de todo seguís siendo un dulce de leche Juan Pedro –lo miró-
igual no quiero olvidarme que este es apenas un sueño, que el destino nos dejó
vivir. Vos tenes tu vida, yo la mía… -hizo una pausa- esto definitivamente fue
una locura.
- Peter:
una locura muy hermosa –sonrió, la tomó de la mano y la acercó a él para
poderla besar- quiero vivir cada instante igual a este –miró los ojos de ella-
Lali realmente quiero olvidarme del mundo y escaparme con vos, seamos
fugitivos.
- Peter:
de lo que sea, trabajaré de cualquier cosa, con tal de pasar el resto de mis
días con vos.
- Lali:
me parece que vas demasiado rápido –sonrió acariciando tu rostro- ¿En serio
crees qué es tan fácil? Yo estoy con Benjamín y vos con Martina.
- Peter:
¿y? yo a Martina no la amo, y a veces me pregunto si siquiera la quiero ¿y vos
a Benjamín lo amas? –dijo abrazándola por la cintura-
- Lali:
lo amo si –dijo tristemente- pero estoy acá con vos y me confundís… te miro y
esto me parece irreal. Yo te había olvidado Peter, y de pronto volves a
aparecer y en un simple acto te entrego el corazón como a nadie podría
entregarle… y tengo tanto miedo. Miedo de que vuelvas a dañarme. Yo no quiero
sufrir más por vos –se puso a un costado y lo miró- es mejor que nos olvidemos
de todo esto, como que nunca sucedió.
- Peter:
lo decís como si fuera tan fácil… -se sentó y la miró- Lali yo no puedo ir por
la vida fingiendo que no me pasa nada, porque no me sale. Intenté mil cosas
para olvidarte y no puedo. Por favor, sé que no merezco nada pero dame una
oportunidad para demostrarte que te amo. Yo voy a cambiar y voy a dejarlo todo
por vos, pero dame una oportunidad mi amor.
- Lali:
no puedo Peter, simplemente no puedo. Hay una persona que me quiere mucho y a
quien yo también quiero y no puedo lastimarlo por un capricho nuestro. No sé
siquiera si aunque nadie estuviera en medio pudiera darte una oportunidad. Ya
no sé si creer en vos… -se levantó envuelta en las sábanas- me voy.
- Peter: -se levantó rápido- no Lali, por favor no te vayas. Sé que te cuesta, pero dame una oportunidad. No sé ponme a prueba pero no te alejes de mí. Ahora que volviste a mis brazos no sé si estoy preparado para dejarte ir.
- Lali:
¿volver a tus brazos? Peter esto fue una noche, tan sólo un error –juntó sus
ropas del piso-definitivamente me voy –aseguró-
- Peter: no podes decirme que es un error cuando hace un momento me confesaste haberme entregado el corazón –acarició su mejilla- Lali, tan sólo dame una oportunidad, te juro que haré hasta lo imposible por recuperar tu amor. Por favor cree en mi por última vez, si falto a mi palabra sientete libre de lastimarme de la peor forma.
- Lali:
ni aunque quisiera podría hacerte daño –miró a sus ojos- Estoy segura que me
arrepentiré pero te doy una oportunidad, tan sólo una. Y esto… lo que pasó
entre nosotros no puede volver a pasar.
- Peter: está bien, haré lo que me pidas –la abrazó fuerte- Te amo Lali, gracias –se separó y la miró tiernamente y luego la besó-
Una vez más estaba bajando las defensas ante ese beso. Sentía que podía quedarme a vivir en sus brazos que me rodeaban con dulzura y a la vez con la fuerza que solo un verdadero hombre podría hacerlo. Lo abracé y me dejé llevar en cuanto el empezó a acariciar mi espalda desnuda.
- Peter:
decí la palabra clave primero –sonrió malévolo mientras continuaba con los
besos-
- Lali:
Peter, para por favor –sonrió mientras la piel se le erizaba-
- Peter:
no esa no es la palabra correcta –la miró-
- Lali:
¿y cuál es? –lo miró mientras rosaba sus labios con los de él-
- Peter:
mi amor –sonrió- esa es la palabra clave.
- Lali:
bueno mi amor –rodeó el cuello de él con sus brazos- por favor ¿podes parar?
–sonrió y mordió suavemente el labio de él-
- Lali:
me encanta la idea –le dio un pico- baja vos, yo me pongo algo y bajo ¿sí?
- Peter:
dale –sonrió- te amo princesa –le dio un pico y se retiró de la habitación-.
Después de que Peter fue a la cocina con el fin de preparar
nuestro desayuno, yo fui como siempre a su placard a buscar una camisa que
podría usar. Entonces recordé que debía hablar con Cande, por lo cual le marqué
mientras terminaba de abotonar la camisa.
(Conversación Telefónica: Cande: ¡Lalucha! Lali: hola fideo
¿cómo estás? Cande: bien ¿y vos? ¿Hablaste con Pititi? Lali: si de eso quería
hablar con vos… necesito que me cubras. Cande: con Benjamín ¿verdad? Lali: si,
pasa que yo… Cande: -la interrumpió- no
dormiste en tu casa, ya sé –rió- me llamó y le dije que estabas en casa,
viniste a cenar y como era tarde te quedaste acá a dormir. Lali: ¡ay no! Amiga sos
una genia. Gracias. Cande: gracias nada, esto te va a salir muy caro –rió-
contame ya qué pasó. Lali: bueno, pero después. Te llamo cuando vuelva a casa.
Cande: ah ¿todavía seguís ahí? ¡Qué linda charla la de uds! –dijo irónica-
Lali: shh. Después hablamos, te lo prometo –rió y cortó-)
Mientras tanto…
Había bajado a preparar el desayuno, nuestro preferido
chocolatada con medialunas. Así que mientras preparaba, tomé el teléfono para
pedir que me trajeran las medialunas del bar de en frente. Cuando colgué me di
cuenta que alguien abría la puerta de entrada de la casa por lo que supuse que
sería Tincho que venía a buscarme como todas las mañanas.
- Tincho:
man hasta que al fin te encuentro, -dijo entrando a la cocina- te llamé toda la
tarde ayer.
- Peter:
por algo no te contesté Martín –dijo acabando de preparar las chocolatadas-
- Tincho:
uh ¿estás con alguien? –lo miró-
- Peter: si, por eso no te contesté. ¿Podes irte por favor? Te prometo que cuando vuelva hablamos ¿te parece?
- Tincho:
pero volvés en dos semanas. Decime ¿quién es el caramelito? Nunca le preparaste
a nadie el desayuno.
- Lali:
amor… -lo llamó bajando las escaleras-
- Tincho:
esa voz me parece conocida. No me digas que…
- Lali:
-asomándose a la ventana- amor ¿acabaste el desayuno? –vio a Tincho y se
desarmó de la vergüenza- yo eh…
- Peter:
emm Tincho se estaba yendo ¿verdad? –lo miró haciéndole señas sin que ella
viera-
- Lali:
perdóname amor, yo… eh…
- Peter: -saliendo de la cocina y acercándose a ella- no hay nada que perdonar hermosa. Ven vamos a desayunar… ya traen las medialunas –sonó el timbre- justo, ahora vuelvo –le dio un pico, sonrió y fue a atender-
- Peter:
si –dejó las medialunas en la mesa y la tomó por la cintura- no sabes lo que
extrañaba esto –la sentó sobre la mesada y le dio un pico-
- Lali:
¿qué extrañabas hermoso? –lo abrazó con las piernas acercándolo más-
- Peter:
a vos hermosa, a tus caricias, tus besos. Extrañaba despertarme a tu lado y
verte despertar, desayunar con vos y verte así –la miró de arriba abajo
sonriendo- con mi camisa.
- Lali: yo debo confesar que también te extrañaba –le dio un pico- pero ahora ¿te parece si desayunamos? Es que después tengo que volver a casa y vos tenes que preparar tu valija.
- Peter:
-hizo puchero- no, no te vayas quédate conmigo.
- Lali: bueno pero solo un rato no más. Te ayudo a preparar la valija y me voy ¿dale? –dijo abriendo el paquete de medialunas-
- Peter:
bueno –le dio un pequeño beso- a ver… te ayudo –la bajó- ¿desayunamos acá? –se acercó
al equipo de música y prendió la radio-
- Peter:
lo hizo Tincho a mi nombre… -escuchó una canción y antes de que ella dijera
algo la calló- shh escucha –empezó a cantar-
Te juro que es verte la cara
y mi alma se enciende.
Y sacas al sol las pestañas
y el mundo florece.
Dejas caer caminando un pañuelo
y mi mano sin mi lo recoge.
Tienes la risa más fresca
de todas las fuentes.
y mi alma se enciende.
Y sacas al sol las pestañas
y el mundo florece.
Dejas caer caminando un pañuelo
y mi mano sin mi lo recoge.
Tienes la risa más fresca
de todas las fuentes.
Sonrió y la abrazó para bailar junto a ella.
- Peter:
ven bailemos juntos –sonrió-
- Lali:
sos un loquito –lo tomó de la mano y empezó a bailar con él-
Mi hembra, mi dama valiente se peina
la trenza como las sirenas
y rema en la arena, si quiere.
Ay mi hembra, tus labios de menta
te quedan mejor con los míos
si ruedan... mejor tu sonrisa si muerde.
Ay mi hembra.
Mi hembra, mi dama valiente se peina
la trenza como las sirenas
y rema en la arena, si quiere.
Ay mi hembra, tus labios de menta
te quedan mejor con los míos
si ruedan... mejor tu sonrisa si muerde.
Ay mi hembra.
Te acuerdas de cuando empezaron los amaneceres.
Siento que la madrugada nos hizo más fuertes
y luego la charla tranquila entre gotas
las migas hicieron su parte.
Luego se juntan las sillas,
las voces se duermen.
Y siento las lagrimas
caen pero no tienen nombre.
Y creo que tu confusión,
te la quito en un baile.
Ambos se pusieron a bailar y se
dejaron llevar olvidándose del tiempo y de todo, como lo hacían cuando eran más
jóvenes.
FIN DEL CAPÍTULO XLIX
LEAN POR FA:
Bueeno ya sé que les hice esperar mucho por este capítulo pero la verdad no tuve tiempo para subir antes. Hago lo imposible por tratar de subir lo más seguido posible pero no puedo. De todas formas voy a hacer el intento por subir lo más seguido posible.
De todos modos gracias por el aguante que me dan todos son unos genios. Los quiero posta.
Y bueno creo que por hoy es todo. Ya saben comentarios, dudas, correcciones lo dejan acá abajo o en mi twitter @yesi_xsiempreTA
Maaaas :)
ResponderBorrarMe encanto Maasss!!
ResponderBorrarNovela !Fabulosa Subi mas!! Soy nueva Lectora
ResponderBorrarEn cuanto pueda subo más. Gracias por leer. La próxima dejá tu nombre así te puedo agradecer :D
BorrarMe Llamo Karla!
Borrarhola chicas me llamo lesli y soy mega fan de tu novela juju
ResponderBorrarche que paso con peter que estaba en el hospital grave
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