AMORLALITER

AMORLALITER

04 enero, 2015

"Inolvidable" Capítulo 29

“Una historia para contar”




Recuerdo que cuando era chico mi viejo, tu abuelo, antes de dormir venía a jugar un rato y mamá después nos contaba un cuento. Yo era el más pequeño, y aunque mis hermanos odiaban esos cuentos porque ya eran “muy grandes” para escucharlos, yo amaba que tu abuela me los contara. Creo que en ese tiempo era muy inocente aún.

Ahora bien, seguramente cuando te encuentres leyendo esto vas a decir viejo ¿para qué hiciste esto? Lo escribo porque no quiero desperdiciar ni un momento más…

Como adultos a veces, cometemos errores que no podes remediar. Como yo que me peleaba con tu abuelo y ahora lo extraño y necesito sus consejos para poder ser un buen padre o como cuando desconfié de tu mamá y por eso me perdí tiempo sin ella y sin verte crecer en su pancita. Sin embargo, otras veces la fuerza del destino es tan grande que nos permite tomar otra dirección y mejorar nuestra vida.


Lo cierto es que… hoy tuve la suerte de verte por primera vez y también de escuchar latir tu corazoncito. ¿Cómo explicarte? Fue una sensación única que jamás voy a poder olvidar y creo que tu mamá mucho menos.

En fin, seguro estás pensando viejo que denso que sos, pero necesitaba escribirte esto para decirte que te amo mucho más de lo que alguna vez llegues a imaginar y que también amo mucho a tu mamá y que estoy muy contento de que hayas llegado a nuestras vidas. Tal vez, tu abuelo diría que sos una bendición y que llegaste en el momento justo, y sí, tendría mucha razón. Vos llegas en el momento perfecto de nuestras vidas así como tu mamá llegó a la mía y no puedo estar más que agradecido por ello…


-  Lali: ¡Pitt! ¡amor! –gritaba acercándose-
-  Peter: ¿qué? –preguntó cerrando la computadora-
-  Lali: ¿qué haces? –lo miró extrañada-
-  Peter: nada –disimuló- ¿y vos? Pensé que dormías todavía.
-  Lali: acabo de despertar –se sentó sobre las piernas de él- me asusté un poco porque no te encontré en la cama –abrió la computadora y miró lo que hacía- me muero –lo miró mordiéndose el labio-



-  Peter: deja eso amor –intentó cerrarlo-
-  Lali: no, déjame ver –sonrió- ¿estás escribiendo un blog para nuestro hijo?
-  Peter: no es un blog pero sí algo le estoy escribiendo.
-  Lali: sos un tierno –le dio un pequeño beso- pensé que seguías obsesionado con lo de nuestras historias y los sueños esos que tuvimos cuando nos empezamos a conocer.
-  Peter: nunca estuve obsesionado, sólo me intrigaba, y aún me intriga pero ahora me interesa más esto. En fin ¿vamos a merendar? –sonrió-
-  Lali: ¡sí! –gritó de la nada- tengo mucha hambre, va tenemos mucha hambre los dos.
-  Peter: bueno –cerró la computadora una vez más y la miró- ¿qué quieren merendar?
-  Lali: chocolatada con medialunas, tostadas con mermelada, jugo de naranja –pensó- ah y puede ser un yogurt con frutas.
-  Peter: wow, realmente tienen hambre eh -sonrió-



-  Lali: un poquito –sonrió y se paró- vení a ayudarme Pitt que queremos merendar hoy no mañana –se dirigió a la cocina a preparar las cosas-
-  Peter: -sonrió mirándola- voy a buscarte las medialunas ¿sí? Mientras hace el resto vos.
-  Lali: no –hizo puchero- malo. Vos tenías que prepararme, yo me iba a sentar a mirarte.
-  Peter: -rió- está bien –se acercó y le dio un pico- voy a comprar y cuando vengo te preparo todo.
-  Lali: no, ahora no quiero más medialunas. Hazme lo que haya no más amor, yo te ayudo –sonrió-
-  Peter: está bien –le corrió un mechón de cabello que caía sobre el rostro de ella y sonrió- te amo –la besó y luego se dispuso a hacer la dichosa merienda que ella quería-



En definitiva llamé a la panadería donde siempre compraba sus medialunas favoritas y me trajeron el pedido en seguida por lo que tuve la oportunidad de cumplir todos sus antojos esa tarde. Bueno, como siempre lo hacía, porque me encantaba hacerlo.

Después fuimos a dar un paseo en bicicleta. En realidad ella no pedaleaba, sólo yo lo hacía y ella iba sentada, disfrutando del paseo.


-  Lali: ¿nos quedamos en el parque de la esquina? Debes estar cansado ya amor
-  Peter: bueno –sonrió y unos minutos después arribó en el parque- llegamos
-  Lali: -sonrió- quedémonos acá –abrió su pequeña mochila, sacó una manta y la extendió en el pasto- me encanta este lugar, gracias por traerme amor.
-  Peter: no es nada –dejó la bicicleta y se sentó al lado de ella- la verdad que está bueno estar al aire libre en este hermoso día y con la novia más linda del mundo.
-  Lali: -rió- que mentiroso que sos. Tampoco soy tan linda che.
-  Peter: si lo sos. Hablando de que sos mi novia, podríamos cambiar ese estado ¿no te parece? –la miró- digo que… ahora que vamos a ser padres... tal vez, sería bueno…



-  Lali: -lo miró- ¿sería bueno qué? Dale amor, deja de dar tantas vueltas.
-  Peter: casarnos –dijo de golpe, sacando de su bolsillo una cajita y con una sonrisa dibujada en los labios- ya sé que es poco romántico hacerlo así pero ¿qué decís? ¿queres casarte conmigo? –abrió la cajita y le mostró el anillo-
-  Lali: -se quedó atónita y de inmediato empezó a llorar- sí –sonrió ampliamente, dejó que le pusiera el anillo y luego lo besó-




Después de ese beso y de semejante propuesta nos quedamos un rato más ahí mimándonos, besándonos, abrazándonos y disfrutando de todo nuestro amor. También, de vez en cuando sonreíamos ante las ideas que teníamos sobre los cambios que ocurrirían en nuestra vida a partir de ese momento. Sin duda, todo había cambiado mucho en ese último mes y seguiría cambiando aún más. Lo que no me imaginé es que fuera tan radical el cambio.


-  Lali: ¿dónde vamos? –preguntó mientras permanecía con los ojos vendados-
-  Peter: estamos llegando –aseguró mientras se acercaba a su destino-
-  Lali: dale amor que quiero ir al baño, nuestro baby me hizo beber mucha agua.
-  Peter: ya va –sonrió frenando lentamente-
-  Lali: ¿por qué te detuviste, llegamos?  -preguntó-
-  Peter: sí –la ayudó a bajar- espérame que dejo la bici –le quitó la venda- anda entrando que cuando vuelvo te doy tu sorpresa –sonrió-



-  Lali: -lo miró extrañada y entro a la casa de su suegra que tan bien conocía- hola, ¿hay alguien? –preguntó al ingresar y de inmediato se abalanzaron todos a saludarla- hola, hola –saludaba uno a uno- ay me muero –se le llenaron los ojos de lágrimas-

Yo entré al rato y me dediqué a mirarla, mientras  en su rostro se dibujaba una cálida sonrisa y comprendí que no había nada en el mundo como el amor que sentía ella por la familia y cuán agradecida estaba por reencontrarse con ella. Reía, gritaba, cantaba, era feliz allí. Sus hermanos, sus padres y hasta su pequeño sobrino se fundieron en un abrazo eterno con ella...



La observaba de lejos como abstraído de la situación y sólo pensaba en una frase de mi viejo: "...te prometo que el día que encuentres a la mujer de tu vida lo sabrás". Y siempre lo supe, desde el mismísimo instante en que la vi por primera vez y cada vez que volvía a verla lo volvía a entender. 

Las almas que están destinadas a encontrarse lo harán sin importar la forma. Así como nosotros, que debimos pasar por mil impedimentos para hoy estar juntos, y sin importar las épocas o las formas nuestras almas estaban destinadas a hallarse y a vivir su amor infinitas veces.



Más allá del tiempo y del lugar en el universo, las fuerzas que determinan quienes somos existen antes de nacer y continúan mucho después de perecer. Nuestras vidas y elecciones se entienden conforme al momento, pero cada punto de intersección, cada encuentro sugiere una nueva posible dirección. Lo interesante de todo ello es que cada dirección que tomáramos parecía alejarnos, pero sin embargo volvía a juntar nuestros caminos. Y sí, aunque tiempo atrás ni hubiera imaginado creer en el destino, teniendo frente a mí a Lali comprendía el porqué de muchas cosas de mi vida, el porqué de quien fui, el porqué de las palabras de mi papá, el porqué de nuestros sueños, el porqué de haberla sentido conocida incluso sin conocerla, el porqué de que ella haya detenido su viaje en esta ciudad y muchas cosas más.

De un momento a otro sólo veía como charlaba toda su familia con la mía, como si hubieran estado juntas desde siempre. Ella corrió y me abrazó con fuerzas y me agradeció al oído. Yo parecía ausente pero escuchaba y observaba todo, pues mi deleite era su dicha, su felicidad. Me miró y me repitió que me amaba y yo comprendí que yo a esa altura también rebosaba de contento.



-  Lali: no puedo creer que hayas hecho todo esto para mí amor -lo abrazó-
-  Peter: lo que sea por verte feliz –sonrió como un tonto y la miró a los ojos- te amo -susurró en un suspiro sin apartar un segundo sus ojos de la mirada de ella-
-  Lali: te amo -sonrió- estás tan distinto –confesó juntando su frente con la de él- quisiera...
-  Peter: detener el tiempo y vivir en tu sonrisas –dijo como completando la frase de ella-
-  Lali: exacto -sonrió y el grito de sus hermanos la quitó de esa burbuja en la que estaban ellos-
-  Pato: ¡vengan par de tortolos! –gritaba-
-  Bauti: ¡dale Cabra, vení! –corría con el sobrino de Lali-



-  Peter: ahí voy –sonrió y empezó a hacerle caras al pequeño-
-  Ana Laura: y vos vení acá –sonrió y llevó a su hermana a otro lado- ay mi vida mira cómo estás y mira esa pancita –la miró y luego la abrazó-
-  Lali: ¿viste lo que es? Estoy entrando al quinto mes –sonrió mientras acariciaba su pancita- ay sentí –puso la mano de su hermana sobre su pancita- está contento o contenta pateando.
-  Ana Laura: ¿todavía no saben qué es? –la miró sorprendida-
-  Lali: no, no se deja ver. Quiere ser una sorpresa –sonrió y tomó su celular- mira esta es la última ecografía –le mostró una foto- estamos súper felices la verdad.



-  Ana Laura: es hermoso Lala –sonrió mirando la foto y se le llenaron los ojos de lágrimas- Ay no puedo creer que hace un tiempo atrás yo te despedía con el gordito en brazos y ahora vos vas a ser mamá. ¡Mi chiquita! –la abrazó- te felicito
-  Lali: gracias –sonrió- hay algo más que vos tenes que saber…
-  Peter: -empezó a golpear una copa para llamar la atención de todos- disculpen, disculpen. Necesito que hagan silencio un momento –sonrió mientras todos se iban acercando- tengo una noticia que darles, en realidad tenemos –dijo mirando a Lali acercarse- Como todos saben –inició su discurso- Lali y yo estamos a punto de formar una familia –“Te amo” le dijo bajito a ella- y para ser una buena familia creo que debemos dar el siguiente paso, por lo que –se acercó y la tomó de la mano- hoy con Lali nos comprometimos y queremos casarnos pronto.



-  Carlos: -los miró a ambos consternados- ¿mi chiquita se va a casar?
-  Pato: -riendo- si viejo relájate no te vaya a dar algo.
-  Majo: ¡Pato! –le gritó- felicitaciones –saludó a ambos-

Todos se acercaron a felicitarnos y a darnos buenos deseos para lo que venía. Yo miraba a Peter y moría de amor con lo feliz que se veía por todo, por la noticia, por la familia reunida, porque iba a ser padre, por todo.

-  Lali: ¿cómo te sentís amor? –lo miraba-
-  Peter: más feliz imposible –la abrazaba mirando a todos divertirse- tenemos una gran familia que se lleva muy bien y nosotros estamos por formar la propia ¿qué más necesito?



-  Lali: creo que nada más –le dio un beso en la mejilla- Me siento muy orgullosa de lo que estamos logrando amor.
-  Peter: ojalá estuviera mi viejo para verlo. No sabes lo contento que estaría.
-  Lali: él siempre está…

Terminé de decir eso y en el reproductor de música se disparó una hermosa canción…

It's not time to make a change, 
Just relax, take it easy. 
You're still young, that's your fault, 
There's so much you have to know. 
Find a girl, settle down, 
If you want you can marry. 
Look at me, I am old, but I'm happy. 

Esa canción que se disparó me hizo recordar mucho a mi viejo, no por nada se llamaba Padre e hijo y emulaba a una conversación entre ambos. Sonreí, miré al cielo y me dije para mis adentros: Gracias por marcarme el camino. Soy muy feliz viejo…



FIN DEL CAPÍTULO XXIX

Hola de nuevo ¿cómo han estado? Yo en estos dos meses de ausencia he tenido mis altas y bajas por eso no pude escribir. En realidad la universidad me estaba matando realmente y entre exámenes caí bastante enferma y luego tuve un par de problemitas que me causaron un bloqueo y no podía escribir nada coherente. Pero sentí que estaba en deuda con uds por eso volví con este capítulo que me recuerda mucho a los inicios mismos de #Inolvidable y creo que es bueno nutrirse de sus inicios ¿no?
Bueno por otro lado quería decirles que esta novela va a llegar a más o menos 45 o 50 capítulos no más (creo) y que después de ella está en mis planes escribir otra que será la última que escribiré. Algunos se preguntarán ¿por qué? Y la verdad es que siento que mi vida ha tomado nuevos rumbos en estos últimos tiempos y realmente no quiero quedarme en deuda con uds nuevamente porque mi vida a veces corre a un ritmo que no puedo manejar y es muy complicado para mí.
En fin... Sólo les pido que comenten acerca de los que le pareció en este capítulo, qué quieren que ocurra, si están conforme con la novela o si algo le falta, o lo que quieran uds. Realmente quiero volver a leer sus comentarios así que cuentenme lo que se les ocurra acá abajo o en mi twitter @yesi_xsiempreTA. Nos vemos pronto. Los quiero. 

04 noviembre, 2014

"Inolvidable" Capítulo 28

“Una familia”


-  Peter: ¿qué haces vos acá?

-  XXX: necesitaba verte…
-  Peter: ¿y no pensaste que después de lo que hiciste yo no querría verte?
-  XXX: no seas injusto Peter.
-  Peter: ¿yo injusto? –dijo enojado- Vos fuiste la que me mentiste, la que armó un plan siniestro con el hijo de re mil p… de Pablo ¿y yo soy el injusto Natalie? ¿Por qué no te vas mejor, antes de que llame a la policía?
-  Natalie: yo quiero explicarte.
-  Peter: ¿qué me queres explicar Natalie?
-  Natalie: yo nunca te mentí. Yo te amo Peter, siempre te amé y este hijo, aunque dudes, es tu hijo.
-  Peter: ¿cómo puedo creerte, si tengo pruebas de que estabas con Pablo? Ándate mejor, no des más pena –dijo enojado-


-  Claudia: ¿qué pasa acá? –salió interviniendo en la discusión-
-  Peter: nada, esta… mujer ya se iba –aseguró-
-  Claudia: adentro se escuchó la discusión y Lali se puso un poco nerviosa.
-  Natalie: ¿Lali? Así que por ella me dejaste, por esa trolita que seguro se encamó más veces con Pablo.
-  Peter: no te metas con Lali –levantó la mano y su mamá lo frenó, aunque en verdad no se hubiera atrevido a hacerle ningún daño, después de todo estaba embarazada- ¡Ándate! –le gritó-
-  Natalie: sí, me voy, pero esto no se queda así. Vos vas a tener noticias mías –se marchó-.
-  Claudia: Peter, Peter –lo tomó por las mejillas y lo miró- tranquilízate. Lali está allá adentro y lo estaba pasando mal realmente. Cálmate porque así no le haces ningún bien.


-  Peter: está bien –suspiró y luego entró más calmado y la buscó- ¿y Lali? –le preguntó a Bautista-
-  Bauti: entró al baño hace un momento.
-  Peter: -la buscó y le habló del otro lado de la puerta- amor ¿cómo estás?
-  Lali: -lloraba mientras se miraba al espejo- bien –mintió mientras se enjuagaba la cara antes de salir- me voy –le dijo e intentó marcharse lo más rápido posible-
-  Peter: Lali, para –la tomó del brazo y la detuvo- ¿qué pasa?
-  Lali: nada Pedro –lo miró- me quiero ir a mi casa y estar tranquila…


-  Peter: perdóname yo… -le interrumpió- no sabía nada.
-  Lali: ya no importa. Quédate con tu familia y por favor habla con Natalie, no vaya a ser que por mi culpa no veas a tu hijo –se soltó rápidamente, antes que él pudiera decir algo y se fue-

Pasaron días desde esa situación. Días en los que Lali no me habló, ni permitió que Gastón o Eugenia me dijeran algo. Días en los que maldije a Natalie y a mí por ser tan estúpido. Días donde miraba el primer regalo que pensaba darle por el embarazo a ella. Días donde también lloraba. Días en los que odiaba al mundo…


Entre uno de esos días, decidí dejar de hacerme el duro y por fin dejarme al descubierto para decirle a Lali lo que sentía. Simplemente, con ella no quería ni podía guardarme nada. Por lo que después de meditar qué decirle, resolví escribirle esto:

Debería empezar por decirte que te amo, que te amo aunque ya no eres la misma persona de la que me enamoré, aquella dulce chica que se volvía la más tímida del mundo en cuanto me acercaba y la misma que con su sonrisa eclipsaba el mundo. Lo acepto, ni tú ni yo somos los mismos pero somos una versión nueva de Lali y de Peter.

Hemos estado separados un tiempo significante, tan largo que me a mí me volvió un completo inútil que no merece tu perdón, aunque claro está no sabía nada de lo que ocurría. Tú, en cambio, te has vuelto una mujer increíblemente fuerte, más fuerte que la última vez que te vi. Tu sonrisa hoy tiene otro sentido al igual que tu vida. Antes eras la chica que salía a descubrir el mundo y a devorárselo con todos sus sentidos, hoy eres la mujer que es feliz porque de ella depende una vida. Y aunque lamento que tu transformación haya tenido que estar empañada por tanto caos te veo y siento el valor de volver a sonreír.

Te has vuelto espectacular y más inolvidable que nunca. Con una mirada que jamás vi en mi vida y con una conciencia del mundo que seguramente jamás entenderé. Te has vuelto una leona sin quererlo, pero ahí estás tan altiva y desafiante y en tu vientre llevas un bebé, una hija o hijo mío y muero de amor. Y te escribo esto porque si te hablo, seguramente, me quedaré obnubilado y las palabras se volverán un absurdo.

En definitiva sólo quería decirte que te amo y que te admiro. Que pienso a menudo en todo lo que ocurrió y me siento culpable pero incluso si hubiera podido prevenirlo no podría haberlo detenido porque simplemente tenía que pasar como pasan tantas cosas a nuestro alrededor y como han ocurrido historias que ni siquiera podemos explicar y que nos unen para siempre. El tiempo y el destino son inexorables mi amor y aunque haga mi mejor intento para volver atrás no se puede, pero si puedo planear mi futuro por eso te elijo para formar parte de él y espero que tú también lo hagas.
Siempre tuyo.
Peter


Había releído la nota un par de veces y no sabía qué pensar. Al principio amé su forma de describirme pero justo recordé la escena en su casa e intenté quitármelo de la cabeza, no por mí sino por mi bebé. Pero me mentía porque a quien le hacía mal era a mí.

Cerré los ojos e intenté pensar en algo mejor pero recordé sus palabras “el tiempo y el destino son inexorables”, y pensé que no podía remediar nada pero como también él lo dijo, podía cambiar las cosas y sí, en mi presente y mi futuro lo quería él sin importar como fuera.


Alguna vez se comportó como un nene inmaduro pero con sus acciones me demostraba que era un hombre, el hombre del que me había enamorado mi primer día en esta ciudad, el chico que me hacía escapar de restaurantes y con quien tenía sueños raros, el papá de mi bebé. Sí sonaba raro decirlo, pero ahora él era un hombre y yo una mujer y ambos pronto queramos o no formaríamos una familia.
Luego de pensar un rato más, le envié un mensaje que decía “Vení a la plaza quiero hablar con vos”, y lo cité ahí porque no quería ni podía soportar pelearme con él. Necesitaba llegar a un acuerdo por el bien de ambos y por el del bebé.
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En cuanto recibí su mensaje de texto salí eyectado del sofá, tomé las llaves y conduje al parque lo más rápido que pude. Al cabo de unos minutos ya estaba ahí, y en cuanto la vi me acerqué y me quedé un rato observándola, tan linda, tan simple, tan distinta como estaba.

-  Peter: -suspiró profundo y caminó los pasos que los separaban- acá me tenes –se sentó a su lado-


-  Lali: hola –sonrió como si la esperanza le hubiera vuelto al cuerpo-
-  Peter: ¿te dije alguna vez que tu mejor accesorio es esa sonrisa? –sonrió provocando que ella sonriera aún más-
-  Lali: ya volvió el Peter chamuyero…
-  Peter: sólo digo la verdad –afirmó- Es que cuando sonríes me haces olvidar todo en el mundo –la miró detenidamente haciendo que ella se ruborizara-
-  Lali: sos un tonto –intentó minimizar- ¿sabes para qué te pedí que vinieras? –él negó al instante- quería hablar sobre nuestra relación.


-  Peter: -sonrió al oír: nuestra relación- ¿leíste la nota?
-  Lali: ajam… -miró el papel que tenía aún en sus manos- tenes razón… hemos cambiado mucho y aunque parezca mucho más independiente debo aceptar que te necesito en mi vida.
-  Peter: ¿qué quiere decir eso? –sonrió interrumpiendo-
-  Lali: que a pesar de todo lo que pasó yo te amo Peter, y no me imagino mi vida sin vos. Al final de cuentas de a poquito, se está dando todo con lo que soñamos…
-  Peter: -la miró serio buscando las palabras adecuadas- Es más de lo que soñé en realidad. Yo pensaba que un día te ibas a cansar de mí y me ibas a dejar de amar, pero después de una prueba de amor como la que tuviste que afrontar me doy cuenta que esto verdadero, que tus promesas y las mías son verdaderas. Porque déjame decirte que cuando te tengo lejos es como si me faltara el aire, como si no pudiera vivir porque algo de mí se va con vos y eso es porque te amo como no amé a nadie –ella iba a interrumpir pero no la dejó- Y darte cuenta que tanto amor dio sus frutos –apoyó su mano en el vientre de ella- es algo increíble.


-  Lali: -puso su mano sobre él y lo miró por un breve instante- ¿queres formar una familia conmigo? –preguntó al fin-
-  Peter: quiero todo con vos, los hijos, la mascota, la casa, tus ojitos cafés mirándome cada mañana, tu sonrisa, tus besos, tu amor. Así que si eso no contesta tu pregunta, sí quiero formar una familia con vos –le dio un beso en la mejilla y la estrechó entre sus brazos-

Un rato después…

-  Peter: mira, ese es un barco –señaló una nube-
-  Lali: y esa una ardillita, y una manada de ardillas atrás –rió-


-  Peter: amor eso es un hipopótamo
-  Lali: ¿me estás diciendo hipopótamo? ¿me estás diciendo gorda? –empezó a sollozar- tu papá me está diciendo gorda mi amor –lo miró enojada casi llorando-
-  Peter: amor, no te dije eso –se volteó para calmarla- dije que la nube se parecía un hipopótamo.
-  Lali: como yo, eso quisiste decir –lloraba-


-  Peter: no mi amor, no quise decir eso. Cálmate –intentó abrazarla- ¿queres que te vaya a comprar algo? ¿un helado? ¿un chocolate?
-  Lali: ¿para qué? ¿para que me ponga más gorda y me dejes por otra?
-  Peter: amor, yo no podría dejarte porque estoy enamorado, además estás hermosa, es más creo que estás muy flaquita. El médico te dijo que tenes que alimentarte mejor por el baby.
-  Lali: no, vos me decís todo eso para que yo me tranquilice así cuando estoy con la guardia baja me vas a dejar por una flacuchenta más linda.
-  Peter: -se acercó y la miró- no hay nadie que pueda ser más hermosa que vos. Tranquila –le robó un pequeño beso-


-  Lali: ¡PETER! –le pegó a penas en el hombro- yo no te dije que me podías besar y menos delante de nuestro hijo o hija.
-  Peter: -rió- no se va a enterar seguro de eso –la volvió a besar-
-  Lali: basta –intentó parecer enojada y luego se sentó de golpe- quiero ir a casa
-  Peter: ¿para qué? Estábamos tan bien… dale no te enojes amor.
-  Lali: no me siento bien.


-  Peter: ¿qué pasa? –se levantó de golpe- ¿qué te pasa mi amor? –la miró preocupado-
-  Lali: estoy un poco mareada, por favor llévame a casa.

Se desmayó antes de que me pudiera decir algo más, así que la alcé en mis brazos y la llevé lo más rápido que pude a su casa en el auto. Y en el camino llamé rápido a la médica que la atendía pero rápidamente disipó mis miedos diciéndome que era normal en el primer cuatrimestre y más por la anemia que le habían diagnosticado. Razón por la cual, una vez en su casa, la metí en su cama y fui a prepararle un gran almuerzo con los alimentos que tenía señalados en la dieta impartida por la médica.


-  Lali: ¡Euge, Gas! –gritó al despertar, mirando hacia todos lados-
-  Peter: mi amor, al fin despertaste –dijo entrando al cuarto con una bandeja llena de comida-
-  Lali: ¿qué es todo eso? –preguntó-
-  Peter: tu almuerzo, va el tuyo y el del baby –vio su cara rara- te desmayaste en el parque y llamé a la doctora porque me preocupé. Me dijo que era normal pero que también tenes que alimentarte mejor y si queremos formar una familia sana y fuerte tenes que empezar por comer bien.
-  Lali: -sonrió ante la atención de él- está bien –aceptó- aunque no creo que pueda comer tanto yo sola.


-  Peter: inténtalo –le pidió-
-  Lali: está bien mi amor –lo miró- gracias.

Después de ese “mi amor” le importó un cuerno que fuera muy pronto para besarla y todos los argumentos de ella. La amaba y no lo iba a ocultar. Así que antes de que la dejara almorzar, la tomó por la cintura y la besó tranquilo, lento y con suavidad y se olvidó nuevamente del mundo, como cada vez que estaba junto a ella.


 FIN DEL CAPÍTULO XXVIII


AGRADECIMIENTOS


Perdón mi existencialismo en este capítulo pero es que he leído una gran novela que me dejó replantearme hasta mi vida mismo y también la personalidad de nuestros personajes, que han luchado duro por ser quienes hoy son. Y creo que está bueno poder pintarlos también con esos matices…
En fin este post es de cumpleaños porque hoy hace un añito que estamos juntos. Es increíble pero cierto. Y digo increíble porque cuando empezó esto fue algo distinto, simplemente pensé que escribiría una novela y lo dejaría pero no pude.
Esto empezó porque un día dejé de soñar y me permití poner en palabras las ideas locas que se ocurrían en la cabeza y sin querer o queriendo inicié una historia. Recuerdo que no tenía nombre siquiera y después de mucho pedir ayuda, gracias a la música, mi fiel compañera, surgió “Te Esperaré”. Y un 4 de noviembre subí el primer capítulo y yo era un manojo de nervios y no sabía si iba a gustar pero gustó.
Es asombroso, cuanto más lo pienso más inverosímil me suena. Es que lo escribí y sólo esperaba que lo leyeran un par de personas pero hoy tengo más de 124 mil visitas, 107 entradas (dividas entre ambas novelas), más de 60 o 70 países en donde leen más o menos (cuyo idiomas a veces ni conozco) y amigos que también he cosechado gracias a este blog…
Pero después de tantas veces que entraste en los 5 minutos que tenías antes de clases, o para despabilarte mientras estudiabas, o por diversión, o porque esperaste que te devalara algo nuevo en el siguiente capítulo o lo que sea te tengo que decir GRACIAS. GRACIAS por estar del otro lado de la pantalla, en el lugar del mundo que te encuentres, leyendo, comentando, estando, bancándote mis contratiempos y mis disculpas. GRACIAS por permitirme crecer no sólo dejándome contarte una historia sino ayudándome con tus comentarios y consejos. GRACIAS por reír y llorar con cada personaje. GRACIAS simplemente por ESTAR y por ELEGIRME.
Tal vez el “ciberespacio” sea el lugar más abierto y frívolo que conozcas pero para mí también es un lugar que fomenta el cariño, el respeto y el amor. Y como no puede ser de otra manera te agradezco por regalarme un ratito de tu tiempo cada día, eso para mí también es una forma de apreciar a alguien así que si me permitís te mando un fuerte abrazo a vos que estás DEL OTRO LADO dejando que las palabras dejen de ser solo palabras y que existan. GRACIAS POR ACOMPAÑARME.

Yesi