AMORLALITER

AMORLALITER

24 marzo, 2014

"Te Esperaré" Capítulo 66



En cuanto Bauti se marchó de mi habitación me arrojé a la cama. Miraba un punto fijo en el techo, o más bien miraba la nada misma, mientras intentaba que las palabras de él se fueran de mi cabeza como cuando la neblina se disipa, pero por más que luchara conmigo mismo para ignorarlo me daba cuenta que cada dicho suyo era acertado.

Sentía luchar en mi pecho el sentimiento de nostalgia que me generaba tenerla tan cerca contra el rencor que me causaba su falta de fuerza para luchar por mí. Y para detrimento mío cada batalla era aún más fuerte, más áspera, más dura.


Quería por un lado salir corriendo y gritarle todo mi dolor, toda mi angustia y luego arrojarme a sus brazos y besarla con fuerza, con furia, con desesperación. Por el otro quería huir y estar sólo, entenderme y entenderla, redescubrirme por fin. Esta última opción me parecía la más acertada y a la vez la más atormentante.


En el sofá de ese pequeño departamento Lali permanecía en la misma posición en que se había quedado dormida, es decir acurrucada en una orilla abrazada a una foto de ella junto a Peter. Sentía la incomodidad que eso le causaba, pero no podía cambiar de posición porque estar así le daba cierta seguridad, como cuando uno es un bebé y está en el vientre materno.


En se lugar y momento sólo soñaba con SU amor, con SU Peter y apretaba los párpados con fuerza para no despertar, porque allí y sólo allí tenía todo lo que necesitaba el amor de él y no su rencor, tenía sus caricias, sus besos y sus ojos sinceros inyectados en su mirada mientras le decía incansablemente “Te amo” y no distancia. Pero, todo lo bueno se termina y el sonido lejano su celular fue el encargado de sacarla de sus dulces sueños.


(Conversación Telefónica: Lali: hola… -contestó con su evidente voz de dormida- Bauti: hola La ¿te desperté? –preguntó un poco apenado- Lali: no –mintió- estaba a punto de levantarme ya –agregó mientras se acomodaba en el sofá- ¿ocurre algo? ¿le pasó algo a Peter? –preguntó un poco alarmada- Bauti: no, o en realidad sí… Lali: no entiendo Bau, ¿qué pasó? Bauti: es que no le pasó nada de salud, pero si pasó algo… Lali: ¿qué pasó? Por favor no des más vueltas que me estás preocupando –demandó- Bauti: se va de viaje –lanzó de golpe-…a pensar –agregó- Lali: ahh, ¿y yo que puedo hacer si él se va de viaje a pensar? –pensó nuevamente- para… ¿él se puede ir  de viaje después de todo lo que ocurrió? Bauti: al parecer sí, y lo hará, está re decidido; y es por eso que te llamé, porque vos tenes que detenerlo. Lali: por mucho que me cueste aceptarlo… -respiró profundo- Peter me ha demostrado que no me quiere en su vida y yo no puedo hacer nada para evitarlo, y sé que me vas a decir que te prometí luchar por él, pero… si él realmente necesita ir a pensar yo quiero respetar su decisión. Bauti: qué fácil te rendis Mariana –dijo un poco enojado- pensé que realmente después de lo culpable que te sentías en el hospital ibas a luchar verdaderamente por mi hermano, después de todo él puede ser un pendejo inmaduro pero te ama, y esta es sólo una fase, pero estoy seguro que realmente te necesita en su vida. Lali: ¿él dijo que me necesita? –preguntó con algo de esperanza- Bauti: digamos que entre otras cosas, sí, lo dijo. Lali: ¿en serio? –preguntó incrédula pero con una obvia sonrisa- Bauti: sí –minimizó- pero ahora lo importante es que lo detengas…)



Después de debatir un rato más qué hacer, me paré y terminé de alistar el bolso, porque entendía que en realidad mi plan no era huir sino escaparme del ahogo que me causaba toda esa situación, y ya en otro lugar, más calmo poder pensar y enfrentar realmente los que nos ocurría.

-  Tincho: -entrando- uf man ¿todavía no terminas con eso? –se tiró en la cama mirando a su amigo- ¿qué llevas? ¿tu cuarto ahí dentro?
-  Peter: uy pero que gracioso que estás Martín –le tiró una guinda (pelota de rugby)-


-  Tincho: -la atrapó- uh parece que aunque sos una minita en sus días todavía no te olvidas como se arroja una guinda.


-  Peter: ¿qué decís? Eso nunca se olvida papá, además vos sabes que en la cancha nadie me vence –dijo canchero y luego rió-
-  Tincho: ah ya te volvió el humor –rió- pero dale corta con todo eso y termina de una vez ese bolso a este paso llegamos a Cariló pasado mañana.
-  Peter: shh baja la voz que no quiero que todos se enteren donde voy, porque necesito estar sólo no que me caiga todo el batallón…
-  Tincho: ok –pensó para sus adentros: si supieras que alguien ya lo sabe…- pero apura, no quiero llegar de noche eh…


-  Peter: ya esta, ya esta –reclamó y le tiró una almohada- no sé para qué tanto apuro si no vamos a tardar mucho –tomó su bolso- dale vamos, ¿o queres que te levante de la cama y te lleve a upa al auto?
-  Tincho: uf ya te volvió el temperamento de minita –se paró- ya te dije que cuando estás en esos días no tenes que llamarme, estás insoportable –rió a carcajadas-
-  Peter: -lo miró mal- camina mejor Martín si no queres que te deje acá con mi vieja.


-  Claudia: -acercándose- ¿cuándo me diras mamá? pregunto yo.
-  Peter: perdón ma –se disculpó poniéndose el bolso al hombro-
-  Claudia: ¿ya se iban? ¿llevan todo?
-  Tincho: a juzgar por el tiempo que tardó en armar el bolso Peter, supongo que se llevó la mitad del cuarto así que no se debe olvidar de nada… -sonrió-


-  Peter: uf man ¿seguís con eso? Mira que te dejo acá eh…
-  Tincho: ¿y quién va a manejar? –lo miró-
-  Peter: buen punto, pero por ahora no más lo acepto, sabes que si estuviera mejor…
-  Claudia: pero no lo estás, así que deja de pelear un poco con tu amigo y subí ese bolso al auto mejor que debe estar pesado.
-  Tincho: eso, hazle caso a tu mamá –se burló de él-


-  Peter: -lo fulminó con la mirada- voy  llevar esto mejor –salió de la casa y llevó el bolso al auto-
-  Claudia: cuida mucho a mi hijo por favor –le habló a Martín- y cualquier cosa avísame ¿sí?
-  Tincho: si obvio, ahora lo estoy molestando un poco, pero sabe que es mi mejor amigo y que siempre lo voy a cuidar.
-  Peter: aww, escúchalo a mi cursi favorito –bromeo- dale macho camina, vos me dijiste que no querías llegar pasado mañana.
-  Claudia: y ahí está mi hijo –rió- bueno vayan y pórtense bien –sonrió despidiéndolos-
-  Peter: -revoleó los ojos- si ma, nos cuidamos –se despidió también de ella y luego ambos subieron al auto-


Si bien durante el viaje seguimos peleando un rato más con Tincho nos divertimos un montón ya que en el camino recogimos al resto de mis amigos y como era costumbre en nosotros íbamos escuchando música, cantando y hablando de deportes.

-  Renzo: yo creo que sin vos Cabra no ascendemos en este torneo, aunque me cueste un montón admitirlo macho sos indispensable.
-  Peter: y sí, si soy el mejor.


-  Tincho: para, tampoco sos el dios salvador eh –rió-
-  Franco: dale, si vos era el que llorabas por los rincones para que Cabra vuelva, no jodas ahora Martín.
-  Tincho: ah, pero qué buen hermano que tengo, ¡buchón! –le gritó mientras manejaba-
-  Renzo: ay pobrecito, heriste sus sentimientos Franco, tené más consideración –rió-
-  Tincho: ah, ahora todos la tienen contra el pobre Martín, ya van a ver ustedes.
-  Peter: ¿qué amenazas? si sos re blandito
-  Tincho: no me hagas hablar Cabra…
-  Peter: no tenes nada que decir negro, no hay chances –rió- y dale apura que ya tengo hambre.
-  Tincho: cállate si hace un rato comiste.
-  Peter: pero tengo hambre, recién salí del hospital, entendeme un poco.
-  Tincho: andá… si vos estás mejor que todos nosotros juntos…


Así entre risas y chistes continuamos por el resto del viaje, hasta que al fin llegamos  a destino. Lo primero que hicimos fue organizarnos ya que teníamos 2 cabañas pero al no ser muy amplias íbamos a distribuirnos en grupos de dos. Así decidimos que Tincho se quedaría conmigo y Franco se quedaría con Renzo.

-  Franco: ay, la parejita duerme junta –bromeó-
-  Peter: lo mismo digo –rió- che Tincho me voy a bañar y tirarme un rato, después vemos que pinta.
-  Franco: ah, le avisas todo a tu novia –rió-
-  Tincho: Franco, cortala ya no da gracia lo que decís –dijo mientras entraba su bolso- mmm mientras vos te bañas yo voy por unas cosas que hacen faltan y de paso averiguo dónde podemos ir a la noche –le dijo a Peter-
-  Peter: dale –sonrió y se dirigió a su cuarto-


Después del llamado que recibí de Bautista, el hermano menor de Peter, me quedé pensando si era lo correcto no seguir el plan que muy inteligentemente trazó él, junto al mejor amigo de Peter, y aunque en un principio puse una negativa, al final deliberé llevarlo a cabo, ya que después de todo no tenía nada que perder.

El primer paso que siguió Bauti fue hablar con Tincho para que este le avisara en qué momento llegaban a Cariló para que yo pueda ir a hablar con Peter. Además Tincho actuaría en complicidad con su hermano y su otro mejor amigo, para que todo pareciese normal y así no levantar ningún tipo de sospecha en Peter.


-  Lali: ¿ustedes dicen que es lo correcto? –preguntó a los tres amigos de su chico-
-  Renzo: sí, el cabra es un poco duro, pero yo creo que lo mejor es que hablen, o peleen en el peor de los casos… tienen que desahogarse.
-  Franco: sí, tiene razón Renzo, tienen que tratar de hablar, hay muchas cosas que no se dijeron así que háganlo.
-  Tincho: exacto, toma –le dio la llave- ah y si se van a reconciliar cuídense y traten de ordenar todo después.
-  Franco: Tincho ¡qué desubicado que sos! –le pegó- ¿no ves que la pones toda colorada? –dijo mirando a Lali- perdónalo no sabe lo que dice.
-  Tincho: sí perdón potra, por ahí se me escapa lo digo…


-  Lali: -colorada y sin saber dónde meterse- está todo bien Tincho, igual no creo que tus pensamientos sean acertados porque por lo que sé tu amigo no quiere ni verme.
-  Renzo: dale tiempo es un poco boludo, pero te va a entender…
-  Lali: bueno, deséenme suerte –sonrió nerviosa-
-  Franco, Tincho y Renzo: suerte –dijeron al unísono-


Entré a la cabaña y de un instante a otro me vinieron mil recuerdos a la mente pero intenté ignorarlos porque en ese momento iba por otra razón, así que eché llave a la puerta y empecé a caminar por ese lugar tan conocido por mí, intentando hacer el menor ruido posible, pero lamentablemente me tropecé, me llevé todo por delante e hice un gran estruendo.



-  Peter: -escuchando el ruido se envolvió con la toalla- Tincho ¿sos vos?
-  Lali: -con una carita de pánico y un poco de dolor ya que se había lastimado fuerte la rodilla se levantó tratando de no hacer tanto ruido esta vez.
-  Peter: Tincho –volvió a llamarlo- ¿tan rápido volviste? –preguntó pero sin recibir ninguna respuesta- ey ¿te olvidaste algo? –dijo al tiempo que salía de la habitación- ¿qué haces vos acá? –preguntó al ver sus ojitos temerosos-


-  Lali: yo eh… vine porque tenía que hablar con vos –lo miró a los ojos segura-
-  Peter: pero yo no quiero hablar con vos –dijo determinante pero desarmándose por dentro-
-  Lali: ¿seguro? Yo… sé muy bien que estás enojado pero me parece que nos merecemos una charla.
-  Peter: yo no tengo nada que hablar con vos, me basta con lo que sé –intentó ser fuerte- no entiendo qué haces acá ¿cómo entraste?
-  Lali: llegué, entre y estoy acá para hablar con vos es lo único que importa, y si vos no me queres hablar listo, pero yo tengo que decirte un par de cosas así que me vas a escuchar –dijo segura de cada palabra pronunciada-


-  Peter: no, ándate, yo vine acá para estar tranquilo y no tener que pensar en vos, y ahora venís y queres hablar, yo ahora ya no te quiero escuchar, ya te di el tiempo necesario para que me explicaras, para que me dejaras estar en tu vida, TODO te di, pero ¿sabes? ¡me canse! ¡ahora yo no te quiero en mi vida! ¡ya me dañaste lo suficiente… así que ahora ándate!


-  Lali: ¡NO! Me rehúso a irme, me rehúso a tener que marcharme tras un pedido tuyo, porque ya perdí el tiempo suficiente. Ahora estoy acá para pelear por vos, te guste o no, me quieras en tu vida o no, porque yo te amo y no pienso perderte, no sin antes dar hasta el último aliento por vos. –dijo desafiante y se acercó peligrosamente más a él-
-  Peter: ¿por qué ahora Lali? ¿por qué no antes? Ahora que sabes que podes perderme al fin te das cuenta lo que valgo, ¿por qué no luchaste por mí antes? ¿por qué no contestaste mis llamados? ¿por qué no me diste importancia? ¡¿por qué venís ahora a querer recuperarme pendeja?! –grito acercándose más a ella- ¡sí! Porque esos sos una PENDEJA y ¿sabes? No sé si ahora yo quiero aguantarme tus pendejadas, yo necesito a una mujer a mi lado y a vos te falta madurar mucho para eso –dijo enojado-


-  Lali: ¿y vos? ¿no sos un pendejo? No te olvides que antes cuando estábamos juntos vos me hiciste pasar por la misma situación donde yo tuve que rogar por tu amor, tuve que hacerlo todo y de igual forma recibí desprecio y falta de atención.
-  Peter: muy bien decís ANTES, antes yo era ese pendejo, pero cuando te reencontré en mi vida yo cambié por vos y luché por tu amor ¿o tenes alguna queja sobre eso? Yo hice de todo y te apoyé en todo, pero vos me dejaste a un lado, primordiaste todo antes que a mí, y eso me dolió.


-  Lali: no, no tengo ninguna queja sobre vos, sé que cambiaste y te convertiste en el hombre que me merecía y sé que no estuve a tu altura, pero hoy estoy acá y soy capaz de abandonarlo TODO por vos, sé… -dijo con la voz rota- que tuve que estar para vos antes y no esperar que todo esto pase, sé que tuve que luchar por tu amor antes, y también sé muy bien que me comporté como una pendeja pero quiero dejar de serlo, y… -se acercó más a él con una lágrima a punto de soltar-quiero ser la mujer que te mereces, sólo necesito una oportunidad, una sola Peter, una sola mi amor –rogó- necesito que me perdones, yo estoy dispuesta a hacer lo que sea y pagar mi pena por todo el mal que te hice, pero por favor dame una oportunidad –se le escapó una lagrima-
-  Peter: Lali… yo –intentó luchar con sus ganas de llorar al verla de ese modo- yo no sé… no sé si perdonarte, no sé… en este último tiempo me demostraste que mi amor no te valió de nada y no sé si quiero pasar por eso otra vez, no sé si quiero entregarlo todo y no recibir nada, no sé si confiar en vos ¿cómo sé que ahora tu palabra vale? Yo perdí la confianza en vos… Yo vine acá para pensar, para escaparme de vos y del amor que te tengo porque me hace mal, vine porque necesitaba poner en claro mis pensamientos y mis sentimientos,  porque ahora no estoy tan seguro de si nuestro amor sea tan fuerte como juramos que lo era.


-  Lali: Mi amor –se acercó más a él y puso una mano en su mejilla- no digas eso por favor, nuestro amor es fuerte, es puro y está intacto. Es por nuestro amor que estamos acá, es por nuestro amor que luchamos y soportamos tanto. Yo acepto que me comporté mal pero eso no quiere decir que no te ame, yo te amo Peter –volvió a llorar- como a nadie en este maldito universo podré amar. Yo te amo y sé que después de cómo actué te cuesta cree en mi palabra pero mira mi corazón no miente –tomó su mano y la puso sobre su corazón- mi corazón late más fuerte, con mayor intensidad por vos y por nadie más que vos, vos sos mi chico, mi hombre, la persona que me cambió la vida y no me imagino una vida sin vos, porque vos sos la persona con la que imagino todo, una casa, un matrimonio, hijos, una vida. Yo me imagino a tu lado con arruguitas y sonriendo aún. Yo Peter te amo y prometo entregarme al 100% con vos, y te prometo amarte esta vez como lo mereces. Dame una oportunidad por favor, no te vas a arrepentir.


-  Peter: -sacó su mano de donde ella puso y vio inmediatamente la cara de confusión de ella- ya no llores por favor que me destruye verte así –recriminó mientras secaba sus lágrimas- yo sé que me amas y… -la abrazó- espero no arrepentirme de esto.
-  Lali: ¿qué quiere decir eso? –lo miró- ¿me das otra oportunidad?
-  Peter: sé que tal vez mañana pueda sentirme un boludo por esto, pero sí, te doy otra oportunidad.
-  Lali: Gracias mi amor, y te prometo que no te voy a dar motivos para que te arrepientas –sonrió mientras lloraba pero de felicidad-
-  Peter: no prometas más nada y bésame.
-  Lali: que nuestro pacto se selle con un beso –sonrió y lo besó apasionadamente-




FIN DEL CAPÍTULO LXVI


Ok qué capitulón ¿no? Es bastante larguito porque no me dio tiempo de subir antes, pero espero que lo disfruten ahora que volvió Laliter.
Emmm por otro lado les aviso que estamos aproximándonos a los últimos capítulos, quedan más o menos al rededor de 9 a 14 capítulos, todavía no determiné si haré 75 u 80 capítulos, ya veremos.
Ahh, ademas agradezco por la cantidad de comentarios copados que me dejaron en el último capítulo, también al acompañamiento de nuevos países que estoy recibiendo y a los genios que estan desde el día uno también. Los quiero.
Y como saben, cualquier comentario, duda, corrección o lo que sea me lo dejan en los comentarios acá abajo o en mi twitter @yesi_xsiempreTA

22 marzo, 2014

"Te Esperaré" Capítulo 65


-  Lali: ¿qué haces vos acá? –lo miró- ¿No deberías estar en el hospital con tu hermano?
-  Bauti: lo mismo pregunto yo.
-  Lali: yo, eh… -agachó la cabeza- necesitaba estar sola, pensar… ¿y vos? Aún no me contestaste.
-  Bauti: yo también necesitaba pensar… -abrazó sus piernas y miró al horizonte- bueno no nos hagamos los tontos –volvió su mirada a ella- yo te seguí porque te vi mal y sé muy bien qué te pasa otra cosa, ¿qué te pasa? A simple vista se nota la tristeza en tus ojos.


-  Lali: digamos que son cosas de pareja… pero nada que no se pueda arreglar –mintió intentado creer ella también sus palabras-
-  Bauti: ¿te puedo ayudar en algo?, no te digo que sea el mejor consejero del mundo pero al menos puedo prestarte mi hombro para llorar si es lo que necesitas.
-  Lali: gracias Bauti pero no, me parece que no da…
-  Bauti: ¿cómo que no da? Re da, además se nota que necesitas hablar con alguien y supongo que a mi hermana no le podes contar…
-  Lali: no, tenes razón, pero igual no da Bauti, vos sos el hermano de…
-  Bauti: si de  Peter –movió la cabeza- eso ya lo sé, pero soy tu cuñado también, y además no me gusta verte así de triste cuando puedo ayudarte en algo. Dale… -la miró- prometo ser neutral y no decir nada.
-  Lali: mmm no sé –pensó- bueno está bien –aceptó por último-


Le conté a Bauti toda la situación, como pude obviamente, porque no podía contarle todos los detalles ya que no era de su incumbencia y además él era el hermano de Peter por lo que era mejor obviar ciertas cosas y no decir otras. Pero de todas formas me hizo bien descargar todo el dolor que tenía y hasta en una cierta parte solté un par de lágrimas, pero después de un rato la sonrisa volvió a visitarme.


-  Bauti: naaa, ¿te acordas esos inviernos en Pampa cuando iba a visitarlos?
-  Lali: sí, eras re chiquito y tu hermano tenía que perseguirte por todos lados porque vos te ponías a jugar justo cuando él quería volver a tu casa –sonrió-


-  Bauti: se lo hacía a propósito, lo admito –rió- y esos veranos en Cariló jugando al rugby, era mortal eso, me encantaba que la vieja, la china y vos nos alentaran y cuando Peter te metía a jugar en la arena.
-  Lali: sí, me acuerdo que una vez nos pusimos a jugar y se venía una tormenta y al final terminamos todos embarrados y tu mamá se enojó con nosotros porque íbamos a embarrar toda la casa –rió- extraño muchos esos tiempos.



-  Bauti: yo también, esos veranos eran increíbles, cuando uds. cortaron los veranos, va y todas las vacaciones se volvieron totalmente aburridas, a Peter también se lo notaba mal, ya no jugaba, se la pasaba leyendo, o pensativo, daba largos paseos y cuando volvía fingía estar bien, cosa que la mayoría creía en casa menos yo, porque siempre notaba el dolor en él –la miró- perdón no quería que te pusieras mal.


-  Lali: no, no te disculpes –dijo secando una lágrima- sé que lo pasó muy mal y yo también lo hice así que lo entiendo porque yo también los extrañaba y necesitaba mucho… -hizo una pausa- ¿Sabes Bauti? Es mejor que vaya a casa y vos que vuelvas al hospital porque deben estar preocupados por vos –se paró-
-  Bauti: -la miró aún sentado- volvamos juntos entonces, yo sé que mi hermano te necesita más allá de todo lo que sucedió entre los dos –se paró- además se van a casar, no puede ser que por una pavada se separen o se peleen, yo vi el amor de los dos desde adentro y desde afuera y sé muy bien que es más fuerte que cualquier amor –sonrió-


-  Lali: gracias Bau, me hace muy bien escucharte decir eso, creo que es muy cierto pero por ahora es mejor que tu hermano esté tranquilo, que piense, que respire y cuando se ponga bien yo voy a ir a hablar con él, pero esta vez no voy a desaparecer, lo prometo –sonrió-
-  Bauti: bueno, te tomo la palabra –la abrazó- anda tranquila que todo se va a arreglar, yo me voy porque mi vieja debe estar enloquecida –se despidió-.
-  Lali: dale y vos cualquier cosa avísame –se despidió también y empezó a caminar-.


En cuanto mamá me dijo que Lali vino empecé a sentir mal, agobiado, con ganas de tirar todo. Me sentía muy enojado con ella y lo que menos necesitaba era verla y escuchar sus disculpas porque no quería volver a caer en su juego. Siempre era así con ella; pasaba algo y yo era el primero en salir detrás pero yo la necesitaba y ella no estaba, parecía que tenía que estar a punto de perderme para saber que me necesitaba en serio.


Intenté dormir, descansar como me aconsejaron los médicos pero era lo menos que podía hacer, daba vueltas sin parar en la incómoda cama pensando en cómo habíamos llegado a ese punto, cómo una vez más estaba perdido por una mujer que en muchas ocasiones no tenía en cuenta mis sentimientos, cómo mi dolor le importaba tan poco si supuestamente queríamos compartir una vida juntos, será que tal vez no estábamos haciendo lo correcto, tal vez ni siquiera nos amábamos realmente sino que estábamos juntos por inercia.

Lloré una vez más sin consuelo porque lo mismo que me causaba dolor era lo que necesitaba para sentirme bien, como cuando uno es adicto a algo: “El adicto cree que su abstinencia termina cuando consume la sustancia a la que es adicto, pero en verdad, en el momento en que termina de consumir esa sustancia es cuando se empieza a generar abstinencia, que irá creciendo hasta volverse insoportable, así el bálsamo que calma la abstinencia es la que en realidad te genera más abstinencia”; así lo diría Cris.


Y de ese modo también me sentía. Sentía que la necesitaba tan lejos como cerca, la odiaba y también la amaba, sentía tanto dolor y también tanto amor. Sentía muchas ganas de abrazarla y llorar juntos y también de gritarle y reprocharle todo el maltrato que me dio. Necesitaba su perfume en mi almohada y sus caricias antes de dormir, así como estar a kilómetros de distancia. Y eso era lo que más me molestaba porque esa dicotomía iba a terminar por matarme, y no podía hacer nada. Sólo necesitaba viajar, pero no para distraerme sino para huir de esos sentimientos y de mi mismo…


La charla con Bautista me había hecho muy bien, ya que a pesar de que era un pibe todavía la tenía re clara y en verdad tenía razón en todo lo que me dijo. Por primera vez necesitaba poner en claro mis prioridades y poner a la persona que más me amaba en el primer lugar. Necesitaba olvidarme de mis problemas y de todo a mí alrededor, de mi carrera, de mi disco, de mi perfume y de la gira porque en ese momento estaba en juego algo más importante que todos esos logros, estaba en juego el amor que compartía con la persona más importante para mí.


Llegué a casa y lo primero que hice fue entrar a bañarme, necesitaba con urgencia una ducha y que el agua quitara todos los vestigios del dolor y las lágrimas que derramé ese último tiempo. Luego salí, me puse el pijama y empecé a acomodar mi departamento y como era usual en mi puse música, pero en mi playlist hoy estaban canciones un poco melancólicas, así pasé por “Imagíname sin ti”, “Ciego”, “Fui”, “Kilómetros”, “Que lloro por ti” y tantas otras; hasta que llegó una que realmente me tocó, era una que se filtró y era mi voz la que se escuchaba…



La distancia 
Nos lleva a otros rumbos 
Caminos distintos 
Que no tienen vuelta hacia atrás… 

El tiempo aliado enemigo que cambia el destino 
Congela las ganas de amar… 

Cansado de luchar contra mi insomnio, tomé el celular para escuchar la radio pero como si fuese a propósito estaban pasando un momento retro y su voz era la que cantaba esa canción tan conocida por mí:


Se han quedado en la luna 
Los tiernos abrazos… 
Se han llevado la noche 
Lo que fuimos una vez tu y yo… 

Mírame, mírate… 
Como hemos cambiado 
Mírame, mírate… 
Ahora nada es igual 
Mírame, mírate… 
Ya no te siento a mi lado… 
Mírame, mírate… 
No podemos volver hacia atrás 


Una vez más me encontraba en el sofá sentada llorando con todas mis fuerzas, escuchando en esa canción todo lo que Peter en realidad tenía para decirme. Escuchando cada frase como una sentencia que una vez más me atravesaba el corazón porque era verdad, yo cambié, lo dejé sin mi compañía y lo peor era que no podía cambiar nada.

No tiene sentido 
Si no hay un motivo 
Un beso para respirar… 

Se han quedado en la luna 
Los tiernos abrazos 
Se han llevado la noche 
Lo que fuimos una vez tu y yo… 

Mírame, mírate… 
Como hemos cambiado 
Mírame, mírate… 
Ahora nada es igual 
Mírame, mírate… 
Ya no te siento a mi lado… 
Mírame, mírate… 
No podemos volver hacia atrás… 


En realidad no había motivos, ni besos, ni abrazos que ya pudieran salvar la situación Lali estaba demasiado lejos de mi y realmente yo dudaba de si quería volver a tenerla cerca.

Mírame, mírate… 
Como hemos cambiado 
Mírame, mírate… 
Ahora nada es igual 
Mírame, mírate… 
Ya no te siento a mi lado… 
Mírame, mírate… 
No podemos volver hacia atrás 

Mírame, mírate… 
Como hemos cambiado 
Mírame, mírate… 
Ahora nada es igual 
Mírame, mírate… 
Ya no te siento a mi lado… 
Mírame, mírate… 
no podemos volver hacia atrás....


Tomé una foto que conservaba de nosotros juntos, la miré cantando entre lágrimas y nostalgia ese estribillo que se reiteraba. Cerré los ojos y pensando una vez más como iba a hacer para recuperar su amor me dormí.

Luego de esa canción sentí que lo mejor era olvidarme de todo por un momento y pensar en algo positivo, en algo lindo que me hiciera bien, y en realidad ni siquiera sé si hallé ese recuerdo o no porque casi sin darme cuenta ya estaba abriendo los ojos para que el médico me revisara por última vez.


-  Peter: entonces si está todo bien en la revisación ¿ya me puedo ir a casa?
-  Médico: sí, si todo está bien ya podes ir a tu casa, pero eso sí, vas a necesitar reposo y estar tranquilo.
-  Peter: ok –sonrió- y... ¿podría irme de viaje?
-  Médico: no Peter eso no es recomendable –le dijo mientras lo revisaba-


-  Peter: es que como dice ud. necesito descansar y para serle sincero acá no lo estoy pasando bien, estaba muy estresado últimamente, necesito respirar…
-  Médico: -aún revisándolo- acá también podes respirar o ¿será que es por alguien que queres irte?
-  Peter: tal vez… igual no me iría lejos, iría a la costa y me llevaría un amigo.
-  Médico: ok, podes ir, pero el lunes te quiero para otro chequeo acá.
-  Peter: como ud. diga –sonrió- ¿ahora ya puedo volver a mi casa?


-  Médico: firmamos unos papeles y sí ya te podes retirar.
-  Peter: bueno.

Después de firmar esos papeles ya me dieron oficialmente de alta así que podía volver a casa. Y mis viejos fueron los encargados de sacarme de la manera más segura del hospital ya que la entrada estaba llena de papparazzis que querían una nota mía.


Lo que me sorprendió fue que estaban todos esperando por mí menos Lali, realmente pensaba que ella iba a estar sonriente esperando a que salga del cuarto, pero no, luego de que le dije a mamá que no quería verla no tuve más noticias de ella, por lo que intuí que una vez más se había rendido y se había marchado.

En todo el camino Euge, quien nos acompañaba en el auto junto a mamá y mi viejo no se había callado ni un momento hablando de todo un poco pero yo no la escuchaba, estaba mirado por la ventanilla, casi sin pensar, casi sin sentir, estando y a la vez no estando.

-  Bauti: -golpeando la puerta- ¿puedo pasar?


-  Peter: ya estás adentro ¿no? –sonrió mientras guardaba ropa en su bolso-
-  Bauti: es que tengo que decirte algo –entró- ¿te vas de viaje? –preguntó mientras se sentaba en la cama-
-  Peter: algo así, me voy un par de días a la costa con Tincho –contestó mientras buscaba en su placard otras cosas más-
-  Bauti: ahh… ¿lo hablaste ya con la vieja?
-  Peter: si enano, ahora deja de darme vueltas y preguntá lo que viniste a preguntar dale.
-  Bauti: es… -alargó su respuesta- sobre Lali.


-  Peter: mmm, no tengo ganas de hablar de ella, mejor lo hablamos en otro momento –dijo cortante-
-  Bauti: no dale Peter, hay algo que tenes que saber y después rájate a llorar si queres, es importante…
-  Peter: primero no me voy a llorar, me voy a descansar y segundo… mmm habla dale, pero tenes 5 minutos después te vas.
-  Bauti: ok, mmm ¿viste que hoy no estaba en el hospital? –vio que su hermano asintió- es porque al parecer escuchó a mamá y a la china hablando sobre que vos no la querías ver, entonces se fugó del hospital pero yo la seguí, la vi llorar y hasta la escuché cantar una canción muy triste. Yo… ehh… sé muy bien que no tengo derecho a meterme, pero en serio la vi muy mal, sufriendo y culpándose de todo lo que sucedió porque realmente se dio cuenta que este último tiempo no se comportó como tu novia realmente.


-  Peter: está bien, porque yo me la re jugué por ella y ella no me dio nada a cambio y si terminé así es por su culpa. Mira vos tal vez no entiendas porque sos un pendejo todavía, pero a veces uno cree ver de afuera cosas que no son, y vos por ahí crees que hay una solución pero no hay, para mí el amor se terminó –dijo con un profundo penar- creo que somos muy distintos y yo me cansé de esperar por el amor de ella, porque siempre estoy en el último lugar, todo está antes que yo y creo que no me merezco eso porque yo siempre estoy con ella… por eso me voy, necesito pensar…


-  Bauti: está bien anda y pensá, pero pensá claro man porque vos te estás comportando como un pendejo que a la primera de cambio huye, porque eso haces huir del amor porque no es fácil, pero entérate que nada es fácil en la vida, que todo duele y todo implica un sacrificio. Yo está bien, acepto que Lali no te dio mucha bola en el último tiempo pero si vos vas a ser su marido vas a tener que bancarte que ella sea lo que es ¿o pensas censurarla y detenerla? Si en verdad la amas deberías jugártela el todo por el todo, porque a pesar de los errores yo sé que ella también te ama y sé que cuando estuviste en el hospital ella casi se murió ¿sabes por qué? Porque ella te ama demasiado –miró su reloj- ya pasaron más de 5 minutos, pero te doy un último consejo, de pendejo a pendejo –lo miró- no seas boludo y jugátela, me parece que no estaría bueno que la dejes ir otra vez y andes llorando por los rincones como minita –se levantó y se fue mientras su hermano lo observaba-



FIN DEL CAPÍTULO LXV


Bueno chicos, perdón por la demora. Sé que fueron bastante días pero entre los horarios de la facultad, unos trámites que tuve que hacer más la gripe que tuve no podía escribir, pero en estos días de fin de semana voy a tratar de subir más.
Por otro lado agradezco como siempre a todos los nuevos lectores que se van sumando. y a todos los que siempre estan bancandome en todas.
Y nada, como ya saben cualquier comentario, duda, corrección, etc, etc lo dejan acá abajo o en mi twitter @yesi_xsiempreTA. que tengan un genial día