"Te Esperaré" Capitulo 43

Con Cande volamos al hospital donde se encontraba Peter internado, la verdad no sabía que tenía ya que Euge no se lo había informado a mi amiga, pero una cosa era segura él no estaba bien. Lo presentía. Sentía una opresión en el pecho demasiado fuerte que no me dejaba respirar, algo similar a cuando entró al quirófano la vez anterior, pero aún peor. Temía perderlo, porque a pesar de todo él era el amor de mi vida.

Cuando llegamos al hospital sentí el impulso de correr a buscarlos a todos (Euge, su mamá y el resto de la familia de Peter), así que así lo hice. Sin embargo me llevé una enorme sorpresa cuando Claudia, la mamá de Peter, me vio llegar. Me recibió con una cara que jamás en mi vida había esperado ver en ella. La sonrisa era su bandera y lo que tanto a ella como a todos los Lanzani jamás podía quitársele, pero ese día todo era distinto.

En sus ojos se notaba el caudal de lágrimas que había derramado y todo el dolor y la angustia que en esa hora su alma llevaba. Y en el ambiente que se vivía alrededor de ella todo contrastaba. Sus hijos y su marido, tenían la mirada perdida en algún punto, donde supuse estaba él.

A pesar de todo lo que se vivía en esos minutos que parecían horas, en el rostro de Claudia se dibujó una tibia sonrisa al verme, como si toda la esperanza que les faltaba hubiese vuelvo a ellos en mi.

-  Claudia: ¡LALI! –gritó y se paró rápidamente- viniste –me dijo y me abrazó efusivamente-

-  Lali: si acá estoy. ¿Cómo está? –disparó de pronto intuyendo la gravedad de las cosas-

-  Claudia: aún no sabemos, desde que llegó nadie he sabido nada de él. Hemos visto correr a un par de doctores –la miró- temo mucho por su vida Lalita –se animó a soltar mientras una lágrima se le escapó- Euge… -miró a todos lados buscándola mientras secaba la lágrima- ¡Euge! –la llamó-

-  Euge: -llegando- ma acá estoy, ¿qué pasa…? –vio a Lali- hermanilla viniste –sonrió y buscó con la mirada a Cande, cuando la vio también le sonrió y le gesticuló un “Gracias”- ¿Dónde estabas? ¿Por qué escapaste?

-  Lali: yo…

-  Claudia: no importa eso hija ahora –interrumpió-llévala a otro lado y cuéntale las cosas…

-  Euge: ok, Lali vení vamos a buscar un café- dijo y la encaminó hacia la cafetería. Sólo se detuvo unos segundos al pasar junto a sus hermanos y les hizo señas que no dijeran nada-

-  Lali: Euge ¿qué pasa? –dijo caminando a su lado-  ¿por qué me llevas a otro lado?

-  Euge: porque… -pensó mientras miraba su camino- porque debo contarte algo y necesito que estés tranquila.

-  Lali: -alarmada- ¿tan malo es lo que tenés que decirme? ¿Qué le pasó a Peter? –dijo poniéndose ante ella para que no pudiese pasar-

-  Euge: déjame pasar hermanilla –la miró- sé que necesitas respuestas pero no te las daré hasta que no esté totalmente segura de que vas a estar calmada, ahora tengo que preocuparme por mi sobrinito que llevas dentro –musitó- no puedo permitir que algo haga que corra peligro.

-  Lali: tenes razón –se corrió- pero por favor dime –le rogó mientras caminaban- yo cuidaré a mi bebé pero necesito saber…

-  Euge: está bien –dijo entrando- elije una mesa mientras voy por los cafés.

-  Lali: bueno.

Euge fue por dos cafés descafeinados ya que ella por la lactancia y yo por el embarazo no podíamos consumir el regular. Acompañó a ambas bebidas por unas masitas dulces, que trajo a la mesa luego de unos minutos. Me entregó el café y yo con impaciencia lo tomé sin retirar mi mirada de ella.

-  Lali: ya Euge decime lo que tenías que decirme –disparó-

-  Euge: está bien pero come un poco seguro hace horas no comes nada y lo necesitas por tu embarazo…

-  Lali: lo sé, sé lo que necesito Eugenia- dijo molesta- pero ahora no puedo comer, tengo el estómago cerrado. Por favor necesito que hables.

-  Euge: come un poco igual… -dijo calmada y tratando de dilatar la charla un poco porque sabía que lo que debía contar no era fácil-

-  Lali: no quiero comer, necesito saber qué le pasó a MI Peter –dijo desesperada y levantando un poco la voz, sin importarle siquiera la gente que giró a verla-

-  Euge: cálmate Lali ¿no crees que yo también estoy desesperada? –le dijo levantando un poco la voz también- necesito que estés calmada, porque es difícil esto y ya te dije que no quiero que mi sobrino esté mal.

-  Lali: está bien –dijo aceptando las razones de su amiga- comeré un poco –dio un resoplido y luego comió unos bocados de las masitas y bebió unos sorbos de café, luego respiró profundo y miró a su amiga- ya… ¿Me podes contar? Estoy más tranquila…

-  Euge: está bien. Primero permíteme contar algo. Yo te dije una vez que… -tomó un sorbo de café para aclarar la voz- mi hermano sufrió demasiado lejos de voz, lloró, se deprimió, incluso estuvo todo un año sin jugar rugby y vos sabes que esa es su pasión –la miró- jamás lo vi tan apagado, ya ni la sonrisa aparecía por su rostro y cada vez que volvía era cuando venía una foto tuya. Él… la pasó muy mal pero jamás lo vi como cuando lo encontré antes de venir acá –empezó a llorar- Lali yo sé que estás enojada, pero sé que mi hermano jamás te hubiese traicionado –se desarmó e hizo una pausa-

-  Lali: tranquila Euge, hermanilla –miró a su amiga también llorando- yo lo sé, me enojé no sé por qué, soy una estúpida, otra vez lo descuidé, otra vez le hice mal, otra vez YO LO TRAICIONÉ  FALTANDO A MI PALABRA –enfatizó las últimas palabras- No sé qué me pasó, en qué momento me volví tan ciega –lloró-

-  Euge: Lali tenes que tranquilizarte, te busco un poco de agua –se paró-

-  Lali: no Euge para –le tomó de la mano- decime que le pasa, cómo estaba, cómo lo encontraste por favor –la miró aún llorando-

-  Euge: -se volvió a sentar- lo encontré con la mirada perdida, lloraba. No sé cuántas horas estuvo ahí, estaba totalmente empapado, lo único que permanecía seco era su saco porque con él protegía algo… -la miró y saco de su bolsillo algo- Cuando lo subimos al auto estaba morado y temblaba de frío pero aún así oprimía en su pecho esto –le dio la servilleta- me dijo que lo dejaste y luego me lo dio, lo leí y sonrió nuevamente ¿vos entendes no?

-  Lali: si –dijo mirando- entiendo que soy una estúpida y que nunca tuve que haber hecho todo esto. Si Benjamín me hubiera matado en ese avión hubiera hecho lo correcto, porque me lo merezco –dijo llorando desesperadamente-

-  Euge: ¿Eh? ¿Qué Benjamín hizo qué? ¿Qué pasó? ¿Cuándo escapó? –miró a Lali buscando respuestas- háblame por favor.

-  Lali: No sé en qué momento terminó en el mismo vuelo en el que yo pensaba escaparme, pero pasó, yo pedí ayuda y cuando intentaron dármela él se sacó y… -la miró con su rostro empapado en lágrimas- me apuntó con un arma nuevamente y amenazó con matarme. Por suerte el de seguridad del avión fue más astuto y le quitó el arma. Pero cuando pasé por esa situación de nuevo mi corazón me pidió tenerlo a Peter conmigo, Cande fue a buscarme y me iba a esconder cuando justo llamaste. Y de camino sentí que iba a morir. Yo lo necesito conmigo Euge, quiero pedirle perdón, necesito que me perdone, que me diga que vamos a estar bien, que vamos a ser felices –tomó la mano de su amiga- Sé que fui muy mala con él, pero lo necesito –tocó su vientre- lo necesitamos.

-  Euge: lo sé amiga –le secó las lágrimas- volvamos por ahí tenemos suerte y ya nos dicen algo y podes pasar ¿sí?

-  Lali: está bien –se levantó-

Nos levantamos y fuimos hacia emergencias una vez más. Cuando llegamos el médico se estaba retirando de donde estaba la familia de Peter. Miré a Claudia y su rostro me lo dijo todo.

-  Euge: -miró a Lali- tranquila yo le pregunto qué dijo el médico, vos mientras anda con Candeli y tranquilízate.

-  Lali: ok, gracias amiga –la abrazó- Gracias en serio.

Fui con Candela un momento y ella trató de calmarme porque se notaba que estuve llorando, me abrazó y me contuvo hasta que vino Euge, quién intentó disimular lo que pasaba pero yo la conocía lo suficientemente bien para saber que las cosas no estaban bien.

-  Lali: ¿qué pasa? Seme franca por favor.

-  Euge: no está nada bien Lali, está muy grave, tiene hipotermia, no le pueden subir la temperatura y tiene neumonía. Está muy grave mi hermano –una vez empezó a derramar lágrimas-

-  Lali: necesito verlo hermanilla –la miró imitándola-

-  Euge: no sé puede, nadie puede pasar. Yo también lo necesito.

-  Lali: lo necesito Euge, por favor, por favor –suplicó llorando-

-  Euge: ok, vení –la alejó de donde estaban- yo entretengo a la gente y vos búscalo.

-  Lali: gracias nuevamente.

Esperé a que Euge fuera con su familia y le pedí a cande que la acompañara, mientras yo supuestamente iba al baño. Me metí a un cuarto y me puse una ropa de enfermera y busqué el cuarto de Pitt, hasta que di con él.

Entré a su cuarto y lo encontré de la manera que jamás me imaginé. Estaba tapado con una manta térmica y conectado a unos respiradores. Sin pensarlo me arrojé a dónde estaba él y lo abracé con todas mis fuerzas. Lo miré y estaba pálido, conservaba una pequeña sonrisa que hizo brotar las lágrimas en mí. Acaricié su mejilla y su cabello por un momento. Me desgarraba verlo así.

Suspiré y no supe qué decirle, le di un beso en la mejilla y me abracé a su cuerpo.

-  Lali: perdóname mi amor, perdóname mi Peter hermoso, perdóname por no creerte, por ser tan ciega, por dejar que te pasara esto. Es todo mi culpa mi amor, es mi culpa que estés tendido acá, yo debería ocupar tu lugar no vos –miró su cara- Mi amor tenés que recuperarte  pero esta vez por los tres, ya no aguanto volver a verte acá  con tu vida corriendo peligro una vez más por mi culpa. No sé como pedirte perdón amor –lloró- no sé qué decir. Lo que sé es que quiero mirarte a esos ojitos, que me hagas esa típica sonrisa de costado, quiero decirte que te amo y abrazarte fuerte, quiero recostarme en tu pecho y que me leas novelas que te gustan, que me pidas que te cante –miró su rostro- es más ahora quiero regalarte un concierto privado acá si me abrís los ojitos amor –sonrió con lágrimas- Esta canción es de Diego Torres y se llama “No alcanzan las flores” –empezó a cantarle casi susurrando-

Me pasé la vida dejando pasar  las palabras que en silencio me decías 
me hice la sorda y ciega y no te quise hablar 
se me fue el otoño jurando mentiras 
pero ahora que se acerca el final 
como me cuesta aceptar esta guerra perdida 

Me quedo sin fe, me muero de sed 
buscando razones para olvidarte 
me duele el ayer, me pesa tu adiós 
y cargo la cruz de mis errores, 
no alcanzan las flores 
para pedir perdón 

Me entregué al invierno y a la soledad 
y dejé que un beso no valiera nada 
me bajé del viaje de tu corazón 
y subí a las nubes mientras te alejabas 
pero ahora que se acerca el final 
como me cuesta aceptar que todo se termina 

Me quedo sin fe, me muero de sed 
buscando razones para olvidarte 
me duele el ayer, me pesa tu adiós, 
y cargo la cruz de mis errores 
no alcanzan las flores, 
para pedir perdón 
me faltan motivos para continuar, 
soy sólo una sombra sin rumbo y sin paz 

Me quedo sin fe, me muero de sed 
buscando razones para olvidarte 
me duele el ayer, me pesa tu adiós, 
y cargo la cruz de mis errores 
no alcanzan las flores, no alcanzan las flores

Terminé de cantar prácticamente sin voz, ya el corazón no me daba para más viéndolo inmóvil ahí. Tomé su mano y le pedí con todas las fuerzas que despertara, la puse en mi vientre y le dije que nuestro hijo también lo necesitaba. Lo miré por unos segundos y un instante después un pitido ensordecedor me cortó la respiración. Los enfermeros ingresaron de inmediato al cuarto y empezaron a hacerle RCP, a mi me corrieron al pasillo y fue lo último que quedó en mi memoria de él.

Esperamos un tiempo largo, que en realidad no sé cuanto fue, porque yo no estaba ahí, mi corazón, mi 

cuerpo, mi alma, mi todo estaba ahí con él. Se había quedado en esa habitación. Mis ojos dejaron de ver, mis oídos de escuchar, mi corazón estaba muerto y mi voz sólo sirvió para proferir un grito desgarrador cuando los médicos salieron y tan sólo negaron con la cabeza.

FIN DEL CAPÍTULO XLIII

Ok si llegaron al final entiendo que están buscando la manera de encontrar mi casa y matarme, pero para que se queden tranquilos les digo que nada es lo que parece y que todo final es un nuevo principio, sé que son frases hechas pero son grandes verdades también.

Igual no les voy a negar que lloré un montonaso escribiéndolo y fue el capítulo más difícil de escribir en todos los sentidos porque me costó muchísimo poner todo en palabras, por eso estaba tan bloqueada.

En fin les agradezco a todos los lectores por estar siempre al pié del cañón entendiendo mis tiempos y ahora les voy a pedir que hagan el gran esfuerzo de entenderme aún más porque hoy empecé a estudiar para mis finales que rindo el otro mes y son materias re complicadas por lo que tendré menos tiempo para dedicarle a la novela, pero eso no quiere decir que me desapareceré.

Emm y creo que eso es todo...Ahh y gracias a todos por sus comentarios re lindos en los agradecimientos y en el cap anterior, quiero que sepan que los leo a todos y los quiero un montonaso por estar siempre.

Me voy yendo ya porque es muy tarde. Espero que tengan una linda noche y ya saben comentario, dudas, correcciones, amenazas jajaja lo dejan acá abajo o en mi twitter @Yesi_xsiempreTA. Besos