“Pedir perdón”
- Lali: amor –dijo
afligida pensando que había hecho mal- no te enojes, sólo quería darte una
sorpresa-
- Peter: -soltando una
lágrimas- no quiero estar acá La, me hace mal, acá está mi viejo en todas
partes, más que en la plaza donde te llevé, más que en cualquier lado. Me
quiero ir.
- Lali: dame una
oportunidad de demostrarte que vale la pena estar acá –le secó las lágrimas- yo
sé que te duele, pero necesitas soltar todo ese dolor mi amor –lo miró- te
aseguro que cuando entres te vas a llevar una gran sorpresa.
- Peter: -no dijo nada
por un largo rato, sólo la miró llorando- está, está bien –aceptó dubitativo-
- Lali: gracias –lo
tomó de la mano y en vez de entrar por la puerta ingresó por el pasillo que los
llevaba al jardín-
- Lali: tu mamá me dijo
que entremos por acá –llegaron al final del pasillo y vieron a alguien
charlando con Claudia de espaldas a ellos-
- Peter: ¿ese es quien
yo creo? –miró a Lali-
- Claudia: -viendo a
Peter- hijo viniste… -de inmediato la
persona junto a ella se volteó
- Peter: -acercándose
casi corriendo- ¡Pepo! –lo abrazó con todas sus fuerzas-
- Peter: mucho, mucho.
Perdóname, perdóname –rogó sin soltarse de él y llorando-
- Pepo: ey bolu… -lo
miró- deja de llorar que La va a pensar que sos medio trolo –rió-
- Lali: -sonrió- hola
Clau –la saludó- hola Juan Pablo –también lo saludó- no le digas trolo a mi
novio por favor.
- Pepo: como
quieras hermosa –sonrió de la misma manera que sonreía Peter-
- Peter: sos lo más –la
abrazó fuerte y la alzó del piso riendo- te quiero tanto Lali –dijo al oído de
ella-
- Lali: y yo a vos mi
amor –sonrió y luego bajó al piso- ¿y te gustó la sorpresa?
- Peter: un montón
–miró a todos y se sintió más feliz que nunca-
- Lali: bueno… ahora es
mejor que ustedes hablen, tranquilos, solos y después venimos nosotras –lo dijo
por ella y Claudia-
Nos retiramos y
obviamente ellos no se opusieron ya que tenían mucho que decirse, mucho que
contarse, muchos perdones que dar y aceptar. En fin, necesitaban volver a
construir su relación.
- Peter: eh… -tratando
de encontrar las palabras que decir- gracias por venir… o mejor dicho por
estar, esta es tu casa.
- Pepo: la tuya también
lo es Peter y vine porque Lali me lo pidió, ella me contó lo mucho que estabas
y estás sufriendo, y mamá también me contó y me contó lo del encuentro que
tuviste con ella en el parque –lo miró- es bueno saber que no sólo no te
olvidas de él si no que podes ayudarla a mamá con su dolor…
- Peter: -se quedó sin
palabras- yo lo lamento mucho Pepo, y te juro que si pudiera volvería el tiempo
atrás y cambiaría todo lo que hice mal o me pondría en su lugar, porque acá
tiene que estar papá con vos con mamá, con los chicos, no yo –empezó a llorar
recordando todo lo que hizo mal-
- Pepo: Peter,
tranquilízate, yo también lamento que no esté y lo extraño tanto como vos o
como cada uno en esta casa, pero no podemos cambiar nada. Hoy estamos acá y si
él estuviera a nuestro lado nos diría que nos dejemos de boludeses y nos perdonemos
y estaría más que feliz de ver en la persona en la que te estás convirtiendo.
Ey nene –lo miró- cortala con el lamento, yo ya entendí que no fue tu culpa.
Todos pasamos por la etapa del capricho, yo también lo fui en algún momento y
lo hice enojar, pero el siempre me perdonaba y si él te perdonó ¿qué clase de
persona sería yo si no te perdonara?
- Peter: -incrédulo-
¿en serio me perdonas?
- Pepo: pero sí, vení
acá pendejo y abrázame –sonrió-
- Peter: -se levantó y
lo abrazó- te quiero Pepo, perdóname por todo hermano.
- Pepo: ya te perdoné.
Ey –soltándose del abrazo- qué linda es tu novia eh, muy muy bonita y además es una
genia –sonrió-
- Peter: sí, es hermosa
y es la mejor, pero vos deja de mirarla eh…
- Pepo: ¿qué pasa?
¿estás celoso?
- Peter: no –mintió-
- Pepo: -rió- igual
ella es mi amiga, va empezamos a ser amigos eh, la veo como una hermana
chiquita.
- Peter: que no te
escuche decir que es chiquita que se enoja –sonrió mirando hacia la casa-
- Pepo: estás enamorado
¿no? –lo miró intrigado-
- Peter: me parece que
sí… mmm espérame que la voy a buscar –sonrió y fue adentro de la casa-
- Lali: me parece que
va a ir todo bien, me encanta verlo así –sonrió-
- Claudia: gracias en
serio, gracias por hacer que se perdonen. Se nota que lo queres a mi hijo.
- Lali: lo quiero un
montón –sonrió-
- Claudia: ¿estás
enamorada de él?
- Lali: creo que sí,
muy enamorada.
- Claudia: se te nota
en los ojos –la miró-
- Peter: -entrando
después de haberlas escuchado- ¿qué hacían?
- Lali: nada, sólo
hablábamos amor ¿y ustedes ya se arreglaron?
- Pepo: más vale
petiza, ya somos los hermanos de antes –sonrió apoyando una mano sobre el
hombro de Peter- ¿vamos a jugar?
- Peter: dale, pero ya
te dije que no le digas más petiza a mi nenita –dijo abrazándola a ella-
- Lali: gracias por
defenderme –sonrió-
- Peter: de nada –la
besó en la mejilla-
- Lali: bueno vayan a
jugar nosotras vamos a preparar el almuerzo.
Dicha estas palabras
ambos desaparecieron y fueron a jugar a la play, como en los viejos tiempos
(según decía Claudia). Nosotras entre charlas y anécdotas preparamos un
almuerzo que podría satisfacer un batallón, ya que después de un buen tiempo se
iban a reunir los cuatro hermanos Lanzani.
- Bauti: ¿posta? ¿no te
creo? –le decía a Pepo mientras entraba a la cocina-
- Pepo: sí, mira ella
es… -le indicó mostrándole a Lali-
- Lali: ¿yo qué?
–preguntó mirándolos-
- Bauti: ¿vos sos la
novia de Ikky?
- Lali: ¿Ikky?
–preguntó sin entender-
- Pepo: sí, es la novia
de Peter –miró a Lali- así le decimos, Ikky o Cabra –rió-
- Lali: ah bueno
–sonrió- ¿Clau queres que sirva ya? –la miró-
- Claudia: dale mi
amor, -miró a sus hijos- ustedes lávense las manos y avísenle a Peter y a Tato
que ya está el almuerzo.
- Peter: cállate, vos
porque no te bancas perder –le decía a su hermano volviendo del living-
- Claudia: Peter deje
de molestar a tu hermano y pone la mesa.
- Tato: -rió- mamá me
sigue prefiriendo –se burlaba- hola Lali –la saludó- déjame que te ayudo –tomó
los platos y los llevó a la mesa-
- Lali: gracias genio
–sonrió y le guiñó un ojo-
- Bauti: no es justo
–reclamó- ¿por qué todos conocen a Lali y yo no?
- Lali: porque yo vine
un par de veces a tu casa y vos estabas en el club –lo miró- pero ahora si
queres te voy a visitar más seguido a vos.
- Bauti: dale y de paso
un día te llevo al club, vas a ver que te va a encantar y pronto te vas a hacer
hincha del Alumni
- Lali: seguro que sí
–decía mientras ayudaba a servir la comida-
- Bauti: bien, -les sacó la lengua a sus hermanos- ahora me va a preferir a mi losers
- Peter: bueno, listo
ya está todo, sentémonos –pidió mientras él era el primero en sentarse-
- Bauti: yo quiero más
papas fritas que Peter, no se lo merece.
- Peter: ¿y a este
enano qué le picó –sacudió la cabeza- digo qué bicho te picó a vos?
- Bauti: ninguno. Vos
fuiste un mal hermano que no me viniste a ver más al club ni a visitar, así que
no te lo mereces.
- Claudia: no seas
injusto Bautista –replicó mientras le dejaba el plato-
- Peter: está bien mamá,
tiene razón. Todos tienen razón en estar aún enojados por desaparecer de acá de
un día al otro, pero a todos nos afectó distinto el que papá no esté –los miró-
yo los miro, miro las fotos, estoy en esta mesa y siento que él está acá y me
duele ya no tenerlo. Les pido perdón por no haber vuelto pero no podía, o no
sabía que podía, porque sólo hasta que esta señorita –miró a Lali- me trajo,
pude entender recién que en verdad sí podía volver…
- Pepo: es verdad, yo
tampoco he vuelto mucho por acá Bauti, porque nos cuesta volver, pero ahora no
es tiempo de ponerse triste, mejor disfrutemos de esta rica comida y dejemos de
pelear y recriminarnos cosas.
- Tato: exacto.
Después de esa
pequeña discusión que tuvieron, todo mejoró notablemente y al rato ya estaban
bromeando y riendo como si nada hubiera ocurrido. Y como a mí me encantaba esa
situación, aproveché para fotografiarlos así.
Al rato los cuatro
jugaban a un partido de rugby un poco raro ya que jugaban dos contra dos, pero
a todos les encantaba y a la mamá de Peter y a mí nos gustaba alentarlos,
gritar con ellos, reír, retarlos y disfrutar verlos todos embarrados pero
siendo felices, como si los 4 tuvieran 10 años y recién aprendieran a jugar ese
deporte que tanto los apasionaba.
- Peter: bueno
–respiraba dificultosamente- ¿vamos a casa amor? –le preguntaba mientras la
abrazaba-
- Lali: salí que estás
lleno de barro y transpiración –se corrió un poco-
- Peter: sí te encanto
–sonrió-
- Lali: un poquito no
más –le dio un beso- ¿podes bañarte antes de irnos?
- Peter: bueno, le pido
algo de ropa a mis hermanos y me baño rápido y vamos.
- Lali: dale.
Mientras me bañaba en
mi antiguo cuarto me reía como un estúpido y cantaba, ya que después de mucho
tiempo volví a casa, volví a ser feliz, volví a estar con mis hermanos, volví a
ser yo y todo se lo debía a Lali, esa mujer que por suerte desde que me conoció
me ha acompañado en todas. Todo era gracias a ella y a su gran corazón.
Sin dudas, me hacía
bien tenerla a mi lado; y lo pensaba mientras me cambiaba. Me hacía bien su
sonrisa, sus caricias, sus besos, su compañerismo, su dulzura, su ímpetu, su
carisma. Me hacía el mayor bien que nadie podía hacerme. Y con ello me causaba
ternura, felicidad, soltura, ganas de mejorar y hasta creo que ya me hacía
sentir un sentimiento que rozaba al amor…
- Peter: ¿vamos?
–preguntó apareciendo con una remera de su equipo en el living- ya me despedí
de todos.
- Lali: dale, yo
también –le dio un pico- pero esta vez conducí vos a casa –pidió-
Obviamente después de
todo lo que había hecho por mí no pude negarme, así que en el camino de regreso
conduje yo. Al rato, ella se me durmió en el asiento de copiloto y yo simplemente
sonreí con esa hermosa escena. Al llegar, la cargué en mis brazos y subí a mi
departamento, y ella en ningún momento se percató de eso hasta que llegamos a
la puerta de mi casa.
- Lali: ¿qué, qué pasó?
–preguntó despertando en los brazos de él-
- Peter: shh dormí mi
amor –sonrió entrando a la casa-
- Lali: no quiero
–replicó con los ojitos cerrándoseles- quiero estar despierta –susurró-
- Peter: ¿para qué?
–preguntó mientras la depositaba en la cama-
- Lali: -refregándose
los ojos- porque quiero mimarte.
- Peter: ¿no te parece
que –le quitaba los zapatos a ella- me mimaste mucho ya por hoy? –la acomodaba
bien en la cama-
- Lali: no –dijo con
voz de niña mientras abría de a poco los ojos- vení –lo atrajo hacía ella y el
cayó acostado a su lado-
- Peter: ¿qué pasa?
–preguntó mientras depositaba suaves besos en las mejillas de ella y la miraba
con ternura-
- Lali: quiero que
durmamos juntos –lo miró aún con sueño mientras buscaba dar con los labios de
él para besarlo-
- Peter: está bien
–aceptó y luego la besó con la mayor delicadeza con la que jamás la beso-
durmamos abrazaditos amor –dijo sonriente mientras la abrazaba-
- Lali: está bien pero
sólo un rato –dijo mientras se acomodaba sobre el pecho de él-
- Peter: sólo un rato
–repitió él mientras acariciaba suavemente la espalda de ella-
Tres horas más tarde
desperté del dulce sueño en el que me embarqué mientras la acariciaba y
respiraba hondamente un aire viciado de su dulce perfume. La miré un instante,
como ella dormía como un ángel y me atreví rosar mis labios por sus rosáceas
mejillas depositando un suave beso. Luego me levanté de la cama con cuidado de
no hacer mucho ruido y empecé a ordenar la casa. En seguida bajé y fui a
comprar para la cena y cuando estuvo lista la desperté. Ella prefirió comer en
la cocina, así que una Lali aún un poco dormida y con el cabello revuelto se
apareció por allí, unos minutos después.
- Lali: qué bien huele
eso –exclamó mientras se peinaba un poco mejor- gracias amor –sonrió-
- Peter: de nada, igual
creo que esto no es nada en comparación de todo lo que hiciste hoy por mí
- Lali: no fue nada
–dijo mientras se sentaba a la mesa- ¿y tu plato? –preguntó mientras observaba
el suyo-
- Peter: no tengo mucha
hambre, creo que comí demasiado al mediodía –aclaró mientras la abrazaba por la
cintura y apoyaba su mentón sobre el hombro de ella- disfrútala vos y después
me decís como salió.
- Lali: ufa… bueno
–dijo mientras empezaba a comer- mi amor –lo miró mientras empezaba a caminar
rumbo al cuarto-
- Peter: ¿qué?
- Lali: ¿a dónde te
vas?
- Peter: ahora vuelvo,
voy a acomodar un poco el cuarto y de paso le voy a avisar a tu amigo Gastón
que te quedas acá hoy.
- Lali: ¿me quedo?
–preguntó sonriendo-
- Peter: sí queres –la
miró con una sonrisa desde lejos y al instante ingresó al cuarto-
Realmente me fascinó
la comida de Peter e iba decírselo al cuarto, lugar del que nunca volvió,
cuando lo encontré en el baño preparando la tina para un baño de inmersión para
mí. Sin hacer muchas preguntas me dejé mimar por él y accedí a bañarme allí,
mientras él, muy caballero esperaba en otro lado mirando la tele.
Cuando salí busqué
algo de ropa que ya había dejado en su casa, por si ocasionalmente debía
quedarme allí, y luego lo busqué en el living, lugar donde me esperaba.
- Lali: gracias por
todo bombón –agradeció mientras se sentaba sobre las piernas de él-
- Peter: no es nada
hermosa –apagó la televisión y luego la miró sonriendo- te quiero mucho Lali
–confesó- en realidad creo que ni siquiera te quiero… -dijo y luego se quedó
callado-
- Lali: ¿no me queres?
–preguntó sin entenderlo mucho-
- Peter: creo que no
–vio que ella ponía una cara triste- creo que… Te Amo –susurró al oído de ella-
Al decirle eso ni
siquiera pretendí una respuesta de ella, no la necesitaba porque aunque no me
lo dijera podía verlo en sus ojos. Y aunque pensaba que tal vez fue muy a prisa
lo que dije, no importaba, porque a nosotros no nos importaban los tiempos,
nosotros simplemente sentíamos y no dudábamos de lo que sentíamos, porque lo
que sentíamos lo hacíamos con el corazón, con el alma…
Los minutos que
siguieron a nuestras miradas, ella dejó caer sobre mis labios, antes de
besarme, un “yo también te amo Peter”, y eso me encendió el corazón y provocó que la besara con más dulzura, con más intensidad, con más amor, con
más necesidad de sentirla muy cerquita mío. Ella también lo hizo mientras
acompañaba cada movimiento con sus tiernas caricias. Las mías también,
empezaron a aparecer cuando los besos subieron su intensidad y ambos cubríamos
con deseo ese único instante, tan de ella, tan mío, tan nuestro.
FIN DEL CAPÍTULO XIII
Wow, qué capítulo les dejé me parece porque a parte de que se solucionaron varias cosas se viene un momento bastante esperado por varias personas. Pero no se confíen, no todo es color de rosas siempre...
Emm ¿qué más? ahh sí espero que me dejen acá abajo o en mi twitter @Yesi_xsiempreTA (al cual ya no me escriben más) qué les va pareciendo, si me odian por como les dejé el final, si quieren nuevos personajes, qué les parece que pueda llegar a pasar en el siguiente capítulo, o lo que quieran preguntar, o quieran agregar.
En fin... me voy yendo porque es el cumple de mi mejor amiga en unos minutos. Así que nos vemos el fin de semana próximo, y nada deseenme suerte en mis exámenes, que si todo sale bien voy a estar más liberada para escribir más seguido. Que tengan una gran semana y que todo les salga increíblemente bien. Nos leemos pronto
me encanto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, mmm si un tercero en discordia no estaria mal jajjaja, que se yo algo asi como que quien se equivoque sea peter y.... lo dejo a tu imaginacion ajjajajjja
ResponderBorrarme encanta la nove,es hermosa lamento arruinarla con mis acoticas ideas jajajja
seguila
no si me empalague con estos dos ---
ResponderBorrarmassssssssss
@x_ferreyra07
Si esto no es amor entonces que es?
ResponderBorrarBesos nena ♥
Un cap super tierno !!!
ResponderBorrarNo hubo pelea !! Creí que habría !!
Ay un bueno que Lali ayudo a Peter a reunirse con su familia y arreglar las cosas con su hermano !!!
Jajajaja me mato Bauti !!!
Ahhh que tiernos ellos me encantan !!!!
AY NOO DÉJAME DISFRUTAR DE SU AMOR!!! no quiero peleas!!
Que tengas linda semana
Mas!
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