Euge había llegado y me había dejado con el bolso y Rufi
mientras iba a ver a su amiga, así que decidí prepararles el mate y luego salir
a comprar las cosas para el almuerzo con Rufi. Necesitaba un tiempo con mi
sobrina y además era necesario ir a comprar porque Lali tenía la heladera
vacía, razón por la cual seguramente estaba tan delgada.
Puse el agua para el mate y mientras le cantaba a Rufi:
“Quiero que te duermas como un sol,
que se acuesta en un campo de trigo.
Tengo aquí en mi pecho un corazón,
igualito al hueco de tu ombligo.
sabes quien temblaba, cuando ibas a nacer,
sabes que pensé,
que por ahí no ibas a poder,
sabes quién te puso en el pecho de mamá, ooh
Debe ser que me pediste un día una canción,
que fuera del corazón, ahí te va,
vamos a correr un rato que hay tiempo nomás,
hay tiempo nomás, todo el tiempo.”
que se acuesta en un campo de trigo.
Tengo aquí en mi pecho un corazón,
igualito al hueco de tu ombligo.
sabes quien temblaba, cuando ibas a nacer,
sabes que pensé,
que por ahí no ibas a poder,
sabes quién te puso en el pecho de mamá, ooh
Debe ser que me pediste un día una canción,
que fuera del corazón, ahí te va,
vamos a correr un rato que hay tiempo nomás,
hay tiempo nomás, todo el tiempo.”
Rufi era para mí lo mejor que me había pasado en el último
tiempo, ella me recordaba que para ser feliz se necesita olvidar todo sobre el
mundo y empezar a andar de nuevo con los pies livianos. Ella sin decir una sola
palabra y mirándome me enseñaba qué camino tomar. Me recordaba mis momentos de
felicidad cuando era apenas un niño y cuidaba a Euge para que no le pasara nada
o cuando simplemente me dejaba ser con La. Íbamos a la plaza, nos acostábamos
en el pasto y planeábamos nuestra vida, nuestros hijos, nuestros futuros
juntos. Eso me recordaba esa pequeña al tomarme algún dedo y mirarme a los
ojos. Ella era más poderosa que cualquiera con sus palabras…
“Nunca nadie me dio tanta
luz,
para nadie fui tan importante,
nunca quise ver tan lejos al dolor,
con verte crecer tengo bastante.
Dientes asomando y dibujos en la piel,
todas las mañanas mi motor vos encendés,
mil relojes no marcan las horas como vos, oh!
Debe ser que me pediste un día una canción,
que fuera del corazón, ahí te va
vamos a correr un rato que hay tiempo nomás,
hay tiempo nomás, todo el tiempo.”
para nadie fui tan importante,
nunca quise ver tan lejos al dolor,
con verte crecer tengo bastante.
Dientes asomando y dibujos en la piel,
todas las mañanas mi motor vos encendés,
mil relojes no marcan las horas como vos, oh!
Debe ser que me pediste un día una canción,
que fuera del corazón, ahí te va
vamos a correr un rato que hay tiempo nomás,
hay tiempo nomás, todo el tiempo.”
Habíamos estado con Euge hablando cuando empezamos a escuchar
la voz de Peter cantándole a Rufina una canción de cuna, de inmediato salimos a
verlos. Y de inmediato se me erizó la piel de sólo verlo ahí mirando y cantando
a Rufi. Se veían tan hermosos, no sé como aguante las ganas de ir corriendo y
abrazarlo. Se veía tan tierno que me imaginé a él siendo papá de mis hijos,
como tantas veces lo habíamos soñado.
Me había olvidado del mundo y sólo me dediqué a mirar a mi
sobrina que con sus ojos enormes me miraba y me sonreía, no sé si entendía
siquiera lo que decía pero me llenaba de paz y felicidad cantarle y mimarla.
“Vamos a besar la nieve y
vamos a volar,
vamos a besar, este cielo,
nada, nada, nunca nada nos va a separar,
somos una llama en el invierno.
Le pedí al señor que me diera un amor nunca pensé sería tan profundo...
vamos a besar, este cielo,
nada, nada, nunca nada nos va a separar,
somos una llama en el invierno.
Le pedí al señor que me diera un amor nunca pensé sería tan profundo...
Le pedí al señor que me
diera un amor nunca pensé sería tan profundo...
Le pedí al señor que me
diera un amor nunca pensé sería tan profundo...”
- Euge:
-aplaudiendo- ay pero qué tierno hermanito.
- Peter:
-volviendo a la realidad- eh gracias… ¿hace cuanto están ahí? ¿hace mucho?
–mirando a Lali cómo se le caía una lágrima- ¿estás bien La?
- Lali:
-secándose de inmediato la lágrima y sonriendo- sí Peter es que sos muy tierno.
Sos un buen tío y seguramente vas a ser un buen papá algún día. Rufi tiene
suerte de tenerte como tío.
- Peter: gracias
La-sonriéndole-
Euge nos miraba sin decir nada a los tres hasta que nos
interrumpió.
- Euge: hermanito
¿hacías mate?
- Peter: uy sí,
me re olvidé. Iba a llevárselo a uds. y luego iba a ir a comprar.
- Euge: ¿a
comprar qué? –yendo a preparar el mate-
- Peter: cosas,
no te enojes La pero tenes vacía la heladera y la alacena.
- Lali: -yendo
tras Euge- no me enojo, es verdad es que no tengo mucho tiempo para ir a
comprar últimamente.
- Peter: por eso
mismo voy a ir yo y me llevo a Rufi si no te jode Euge.
- Euge: no, no me
jode. Llevala, pero cuídala mucho ¿sí Peter?
- Peter: obvio
que la voy a cuidar-ve cómo se va durmiendo su pequeña sobrina y la pone dentro
de su carrito-
- Euge: bueno,
vayan.
- Lali: espera
que te doy plata.
- Peter: no La,
no te molestes. Por hoy invito yo.
- Lali: no Peter.
Ya hiciste mucho por mí. Toma -le da dinero-
- Peter: no yo
invito, mejor guarda eso para…-piensa- ah… para comprarle juguetes a Rufi-ríe-
- Euge: sí, dale
déjalo Lali, no te va a aceptar la plata ni en pedo.
- Lali: ok, está
bien pero la próxima pago yo.
- Peter: ok La
–saludó a su hermana y a Lali y salió con Rufi del departamento-.
- Euge: ¡amiga!
–gritando-
- Lali: ay euge
¿qué? Estoy a tu lado –ríe-
- Euge: ya
contame qué pasó con Peter.
- Lali ¿qué pasó
de qué? –haciéndose la tonta-
Sabía por dónde venía la pregunta de Euge, por lo que decidí
desviar la conversación, porque aún no había hablado con Peter sobre lo que
pasó.
- Euge: dale
hermanilla, no me hagas la Gran Lali Espósito ahora.
- Lali: ¿la qué? -tomando mate-
- Euge: eso
mismo, desviarme la conversación. Puedo ser lo que quieras, pero boluda no soy.
- Lali: es que no
sé de que hablas.
- Euge: dale La,
somos grandes y nos conocemos mucho, al derecho y al revés diría yo. Sé que
algo pasó, por nada no tendrían esa sonrisa. Dale desembuchá.
- Lali: nos
reíamos nada más Euge, no hay nada que decir. Enserio hermanilla.
- Euge: ah bue…
Mariana Espósito habla ya, dale de acá no sale te lo prometo.
- Lali: es que no
puedo…
- Euge: ¿no podes
qué? Dale La no seas vueltera. Si vos siempre me contaste todo hasta la primera
vez de ustedes. Y eso que fue fuerte porque era mi hermano con el que lo
hiciste.
- Lali: sí tenés
razón, pero no puedo. Perdóname.
- Euge: no te
perdono nada, me vas a contar como que me llamo Eugenia China Suárez.
- Lali: no puedo
contarte y basta no me presiones más –ceba el mate y lo toma-
- Euge: dale
Lali… ¿qué pasó? ¿durmieron juntos? ¿se besaron?
- Lali: -no
contestó, pero sonrió. Le cebó un mate a Euge y se lo pasó-
- Euge: -tomó el
mate- eso fue se besaron ¡Jodeme amiga! Mira como te pones, te reís y te
brillan los ojitos. Estas igual a cuando tenías 14-15 años.
- Lali: puede
ser…
- Euge: a mí no
me vengas con un puede ser. Ustedes se re chaparon ¿cuándo fue? ¿cómo fue? ¿qué
sentiste?
- Lali: bueno
está bien. Sí nos besamos pero…
- Euge: -la
interrumpe- ¿pero qué? Habla La
- Lali: es que no
podía contarte porque aún no lo hablamos con tu hermano. Pasó todo muy rápido.
- Euge: no te
preocupes seguro que después de contárselo a Rufina él venía a decírmelo. ¿y
cómo que pasó muy rápido? ¿cómo fue? Contame.
- Lali: fue… unos
minutos antes que llegaras.
- Euge: ay me
muero, qué tarada, les arruiné el momento. Pégame.
- Lali: -riendo-
no es para tanto Euge tampoco.
- Euge: bueno…
pero ¿cómo fue? Dale contame de una.
- Lali: fue
hermoso Euge, te juro que yo no buscaba nada y creo que él tampoco, se dio no
más. Estábamos hablando de anoche, que me subió la fiebre y nada le estaba
agradeciendo…
- Euge:
-interrumpiendo- qué agradecida, ahí salió chape seguro.
- Lali: no, que
desastre sos Eugenia no te voy a contar más nada, me interrumpís todo el
tiempo.
- Euge: bueno
che, qué mala onda. Contá dale.
- Lali: bueno, la
cuestión es que recordé lo que había pasado con Benjamín, que me golpeó y me
maltrató y Peter tuvo que defenderme.
- Euge: y sí, si
se muere de amor por vos –ve como su amiga la fulmina con la mirada- ok, conta
no interrumpo más.
- Lali: Bueno y
él se acercó a consolarme y me dijo que el haría lo que fuera por mí, incluso
ser mi sombra si lo necesito para estar bien. Nos abrazamos, nos miramos
detenidamente por un momento y ya no aguanté más, tenía esos ojitos tan lindos
y sinceros que me mataban, y lo besé. Me cuesta poner en palabras lo que sentí,
pero para mí fue mágico. Era como volver en el tiempo y estar con el Peter que
me hizo la persona más feliz del mundo. Sentí como me sudaban las manos, el
corazón me latía a mil y se sincronizaba con el de él, sentí las maripositas en
la panza de nuevo. Me sentí única, amada como nadie; como si ese instante
hubiera durado una eternidad.
- Euge: ay amiga
–abrazándola- no sabes la felicidad que me causa escucharte decir eso.
- Lali: ¿por?
- Euge: porque si
vos te sentiste así, ni me imagino cómo se sintió Peter. No puedo contarte
mucho porque eso es algo que tienen que hablarlo los dos, pero te juro que
Peter está re enamorado de vos.
- Lali: sí lo sé.
- Euge: ¿cómo que
lo sabes? ¿te lo contó?
- Lali: no nada
que ver, es que los escuché ayer en tu casa hablar, y a demás me lo confirmó
con el beso. Pero a pesar de todo el está de novio y no puedo contra eso.
- Euge: sí lo
está, pero él no la ama. Dale tiempo al tiempo amiga, yo sé que él tarde o
temprano va a volver a vos, porque él te ama y nunca dejó de amarte.
- Lali: sí, no sé
ya veremos amiga. –la abraza- Gracias por escucharme, sos de fierro.
Había salido a comprar con Rufi y estaba muy movilizado, la
escena cantándole a mí sobrina y el beso con Lali me habían conmovido. No sé,
cómo me aguanté las ganas de decirle “cásate conmigo, sé la madre de mis hijos
y vivamos felices para siempre”, cuando ella me dijo: Sos un buen tío y
seguramente vas a ser un buen papá algún día. Rufi tiene suerte de tenerte como
tío.
Pero a pesar de que me sentía tan feliz, no estaba muy
contento con mí accionar. Estaba a punto de lastimar a una persona que me bancó
y entendió en muchas por seguir a mi corazón. Por eso decidí jugármela. Era
ahora o nunca, tenía que decirle a Tini que ya no podía estar más con ella para
estar entero para La.
El partido ya se estaba jugando y aunque tenía varios trys en
contra, aún podía salvarlo. Era hora de ponerme la camiseta y correr por toda
la cancha, porque estaba decidido. Este partido lo tengo que ganar, en nombre
del amor de mi vida.
No entendía mucha la vorágine en la que estaba viviendo. Mi
corazón estaba roto porque Benjamín se encargó de pisotearlo, destruirlo y
esconder cada uno de los pedazos. Pero la vida con esa magia particular que
tenía para actuar, me devolvió al amor de mi vida. A ese que esperé desde
siempre. Ese que tal vez perdí por un tiempo, pero jamás me soltó la mano. Ese
capaz de hacerme reír de nuevo desde el
corazón y enseñarme a comportarme como una niña pequeña otra vez. Ese amor que
sólo podía darme felicidad. Ese hombre, que es el único capaz de mostrarme el
camino de vuelta a casa. Ese que puede tatuarme en la piel el significado del
amor, con sólo mirarme.
Ese amor hoy estaba conmigo otra vez, y aunque no sé cómo
serán las cosas a partir de ahora, tengo su promesa, y conociéndolo como lo
conozco, será incapaz de romperla. Por eso he decidido buscar las partes de mi
corazón, para cuando él esté listo para amarme de nuevo. Mientras tanto yo lo
esperaré…
FIN DEL CAPÍTULO IX
Espero que les guste este capítulo. como veran todo está cambiando para Peter y Lali ¿qué piensan que ocurrirá?
Bueno avisito importante, esta semana no sé bien si subiré todos los días porque estoy con exámenes a full. Espero sepan entender y cualquier comentario, duda, siempre a @yesi_xsiempreTA. Gracias
Que deje a la morada y vuelva con Lali!!!
ResponderBorrarMe gusta que Euge y Lali se entiendan y se conozcan perfectamente!!
@rochi16ta
Lindo cap
ResponderBorrarMe encanta la amistadad de euge y Lali ! Que peter deje a martina y pasen cosas con lali y que esten juntooos !!! @danielunguiss
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