"Inolvidable" Capítulo 23

“Bocanada de aire”

Escribo en la presente aunque aún no encuentro explicación alguna de por qué lo hago o por quién lo hago. Lo único certero es que cuando encontré este cuaderno me amigué conmigo, con mi pasado y poco a poco recobré esos recuerdos que tanto anhelaba. Entendí que mis hermanos me habían perdonado, que mamá me amaba y que papá estaba en todas partes junto a mí, y como si fuera poco recordé por qué la amaba a ella; y creo haberla amado con más intensidad aún desde ese momento. Pero desde ese día han pasado ya varios meses…

Días y días sucedieron en los que reí, fui feliz, olvidé y amé de nuevo, y otros tantos de sombras, de días nublados y lluvia donde sufrí y lloré como un chiquillo que se había lastimado. También, hubo días en los que me encontré con ella, con su sonrisa o con sólo una aparición fugaz.

Algunas veces me la encontraba por las calles con algún hombre o vagando como ida, pero cada vez que corría detrás la terminaba perdiendo y no tenía sentido alguno para mí ya que muchas veces hasta yo mismo sentía que todo era un sueño y por eso ya no se lo comentaba a más nadie puesto que nadie me creía.

Hoy, en cambio, todo es distinto. Hoy soy una persona distinta. He intentado volver a ser el mismo Peter de antes, el de antes del accidente e incluso tal vez un poco del de antes de conocerla. Hoy salgo con amigos, me divierto, juego al rugby y hasta puedo llegar a decir sin miedo a equivocarme que me estoy enamorando. Sí, me estoy enamorando de Natalie. Ella llegó en el momento menos pensado y me acompañó en toda esta desdicha y eso creo que fue lo que poco a poco me fue cautivando de ella. Pero, sin embargo, en mi corazón no hay algún amor que pueda siquiera semejarse a lo que significa para mí Lali…

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-  Peter: dale quédate –hizo puchero mientras se atravesaba en la puerta para que ella no saliese-

-  Natalie: no, dale bombón. No me hagas esa carita que me re puede –sonrió tratando de quitarlo-

-  Peter: -insistiendo con la misma cara- dale por favor, no te vayas…

-  Natalie: sabes que no puedo quedarme, tengo mil cosas para hacer –lo miró- pero te prometo que este fin de semana me hago un tiempo para vos

-  Peter: ufa… -se apartó y abrió la puerta- está bien, pero te dejo ir con una condición.

-  Natalie: -sonrió- ¿cuál?

-  Peter: está bien dos condiciones –vio la mirada interrogadora de ella- la primera que me avises cuando llegas a tu casa y la segunda que me des un beso –sonrió pícaro-

-  Natalie: con gusto –le dio un beso y abrió la puerta- chau lindo. Te quiero.

-  Peter: yo igual –fue su única respuesta antes de cerrar la puerta-

Luego de pasados unos minutos, el timbre de la puerta empezó a sonar con insistencia.

-  Peter: sabía que no irías muy lejos que querrías volver –gritó sonriendo mientras abría la puerta- ¿vos? –preguntó sorprendido-

-  XXX: hola –dijo mientras lo miraba un poco triste y un poco feliz-

-  Peter: ¿qué haces acá? –preguntó en el umbral de la puerta mientras la veía a ella perfecta como en sus mejores sueños- vení, pasa –dijo desesperado- yo sabía que volverías ¿dónde estabas? ¿Dónde fuiste? ¿Qué te pasó? –Preguntó apresurado llorando y riendo a la vez-

-  Lali: -un tanto temerosa, lo miró detenidamente y se abalanzó con todas sus fuerzas y se enredó a su cuerpo- te amo -confesó mientras las lágrimas empezaban a correr por su rostro-

-  Peter: -la abrazó con todas sus fuerzas y así como estaban la hizo pasar- te amo –dejó escapar después de tanto tiempo- te amo hermosa, te amo –la miró a los ojos con detenimiento- no te vayas nunca más por favor –rogó con la voz rota y un tanto desesperada-

-  Lali: no puedo –confesó triste- debo irme, debo dejarte ir. No podes seguir atado a mí, a mi recuerdo. Yo... me fui con otro... -cada palabra brotaba de sus labios como un discurso armado que debía repetir sin error y sin reparo alguno de que era mentira, pero sus ojos la traicionaron una vez más- Es… es mejor que me vaya... –lo miró con resignación y se alejó para irse porque si se quedaba un minuto más no sería capaz de marcharse ya nunca, y no quería poner en peligro la vida de él-

-  Peter: ¿qué? -cayó en la cuenta de cada palabra proferida por ella- no vos de acá no te vas. No podes decirme todo lo que me dijiste e IRTE –alzó la voz apretando los dientes a punto de llorar- no pienso dejar que cruces la puerta, vos sos mía, sos mi amor. ¿No ves amor? Ya lo recuerdo todo... no me obligues a despedirme después de esperarte tanto tiempo...

En ese punto ella ya no podía decir nada para defenderse y él no hablaba porque necesitaba alguna respuesta de ella. Entonces, entre tanto silencio lo único que podía oírse era la música en la radio, que antes de que ella tocara el timbre había encendido él.

No, no te vayas 
aún quedan palabras 
mil frases del alma 
y entre ellas no estaba el adiós 
espera por Dios 

-  Peter: ¿por qué desapareciste? –la miró aún con lágrima en los ojos- ¿por qué me dejaste? Yo te amaba, yo te amo Lali

-  Lali: me fui porque… -intentaba pensar una mentira convincente- porque justamente ya no podía amarte… yo sufrí mucho a tu lado intentando que me recuerdes…

-  Peter: ¿y por qué volves justamente ahora?

-  Lali: porque me pareció lo correcto dejar que realmente hagas tu vida… -concluyó y volvió a surgir ese silencio incómodo mientras la música los seguía acompañando-

Te amo dormida 
Te amo en silencio 
Te amo mi vida 
Te amo lo siento 
Y no hay nada que yo pueda hacer 
En cuanto cruces la puerta te voy a perder 

-  Lali: es mejor que me vaya –atinó a decir y giró para irse-

-  Peter: vos de acá no te vas –se antepuso a ella-

-  Lali: Peter, yo… -lo miró- no me hagas tan difícil todo -reclamó con suma pesadez en su alma- déjame ir...

-  Peter: no puedo, te amo demasiado como para poder soltarte... –la tomó de la cintura- No me pidas que me olvide de vos, que ya no te ame, que ya no sienta nada porque vos la única en la que logro pensar, por la que logro sentir lo que siento.

-  Lali: Peter yo sé muy bien que vos estás con otra y que la queres, que la amas… -lo miró nuevamente con tristeza- así que no me culpes, vos ya lograste olvidarme a mí y es lo mejor, créeme

-  Peter: aun así ni siquiera a Natalie puedo amar como te amo a vos… porque en realidad yo no lo amo. Yo la encontré en un momento de debilidad cuando vos me dejaste y sí me enamoré pero eso no quiere decir que yo la ame. A la única mujer que he amado y a quien voy a amar toda mi vida es a vos –la miró enojado-

-  Lali: No te creo –mintió mirándolo seriamente-

-  Peter: déjame demostrártelo. Déjame –acarició la mejilla de ella con dulzura- que te demuestre que sólo a vos puedo amarte así –le dio un pequeño beso en los labios-

-  Lali: no puedo –suspiró sobre los labios de él, como pidiendo otro beso más-

-  Peter: claro que podes, claro que podemos –la besó con dulzura mientras la abrazaba para que no logre soltarse- te amo –apenas murmuró mientras seguía besándola-

-  Lali: Te amo Pitt –dijo feliz mientras lo besaba sin importarle nada ya-

Los besos los tradujimos a caricias y miradas que sin lugar a dudas no podíamos evitar. Él era tan perfecto, tan lindo, tan… mío y mentirle como tuve que hacerlo me mataba pero debía hacerlo por salvarlo.

-  Lali: Pitt… –lo miró con tristeza-

-  Peter: shh… -puso un dedo sobre sus labios- por favor no digas nada. Déjame pasar este rato con vos por lo menos –la miró a los ojos mientras acariciaba sus mejillas con la mayor dulzura contenida en su corazón- no me dejes así. Déjame despedirte de la mejor manera –sonrió con los ojos cristalinos- ¿puede ser?

-  Lali: -asintió y lo abrazó con todas tus fuerzas- me gustaría poder decírtelo todo… -susurró- te amo…

-  Peter: es lo único que necesito… que me ames princesa –volvió a besarla-

Tienes que saber que es lo último que pido
Que estoy desesperado y según mis latidos
No me queda mucho tiempo a mi favor
Y antes de perder de vista mi camino
Quiero mirarte un poco y soñar que el destino
Es junto a ti mi amor

No necesitaba nada más a pesar de que había algo que no me decía. No importaba, en algún momento lo descubriría. En ese momento sólo quería pasar un rato con ella, disfrutarla, amarla, cuidarla, protegerla, demostrarle todo ese amor que por tanto tiempo tuve contenido…

Poco a poco y sin prisa ambos empezaron a despojarse de cada una de las prendas que los vestía. Mientras que se prodigaban miles de miradas, besos, caricias y abrazos. Se deseaban y se necesitaban como nunca antes y se lo demostraban segundo tras segundo con cada mimo cargado del más puro amor jamás visto.

Quédate un segundo aquí a hacerme compañía
Y quédate tantito más quiero sentirte mía

Y abrázame
y abrázame
y abrázame
y abrázame

Los te amo empezaron a desperdigarse por cada lugar por el que ambos pasaban y cada suspiro les recordaba nuevamente esa necesidad por poseerse y volverse uno solo. De pronto, ya no pudieron ocultar más esa felicidad y ese amor que se tenían, por lo que solamente pudieron mirarse tratando de comunicarse todo aquello que no podían decir en palabras mientras sus almas se envolvían en una comunión.

Las caricias se multiplicaron, las sensaciones se volvieron más vívidas, más únicas, más inexplicables. Las respiraciones lejos de acompasarse se propagaban a borbotones y los besos en más de una ocasión pretendían acallar la pasión que se desprendía de sus labios.

-  Peter: te amo –entrecruzó sus manos con las de ella y enterró sus ojos en la mirada de su amada-

-  Lali: te amo –dijo en un suspiro mientras una sonrisa aparecía en su rostro- te amo Pitt –volvió a repetir pero esta vez con una sensación colérica porque sabía que esta sería la última vez que estaría así junto a él-

-  Peter: ey ¿qué pasa chiquita? –la abrazó con todas sus fuerzas mientras cubría sus cuerpos con una manta- ¿te hice daño? –atinó a preguntar seguidamente-

-  Lali: no –se entregó al abrazo de él-

-  Peter: ¿y entonces? Déjame saber que pasa…

-  Lali: nada, nada –intentó desviar el tema de la conversación- te amo ¿sabes? Nunca lo vayas a olvidar mi amor –acarició la mejilla de él y le dio un cálido beso en los labios-

-  Peter: Lali ¿qué pasa? No me asustes mi amor –la miró-

-  Lali: solamente me duele la despedida –intentó excusarse-

-  Peter: entonces no te despidas –replicó- no te vayas, no me dejes. Quédate a mi lado, yo ya estoy bien, yo ya no soy más una carga. Ahora puedo cuidarte y amarte como lo mereces. Ahora te recuerdo y recuerdo todo el amor que te tengo y que… -puso la mano de ella sobre su pecho- ya no me cabe en el pecho. Siento que voy a explotar con tanto amor que te tengo…

-  Lali: ya lo sé… -advirtió- ojalá fuera tan simple todo mi amor –pensó- yo también quiero cuidarte. Sos lo más preciado que tengo y no estoy dispuesta a perderte nunca más –lo besó en la frente-

-  Peter: ¿eso quiere decir que te quedas? –preguntó sonriendo-

-  Lali: sí, amor –mintió- Ahora durmamos que mañana será otro día.

-  Peter: está bien –la miró a los ojos- te amo demasiado Lali, buenas noches.

-  Lali: -sonrió con lágrimas asomándose en sus ojos- y yo te amo más de todo lo que puedes imaginarte Pitt. Buenas noches.

Hoy me he dado cuenta que no había sentido
Tanto miedo antes que yo no decido
Que Dios va a ser mejor
Y antes de perder de vista mi camino
Quiero mirarte un poco 

Y soñar que el destino es junto a ti mi amor...

Después de esas palabras él logró dormirse en unos instantes, en cambio yo no podía con tanto amor, tanta confusión y tanto dolor contenido a la vez, en mi pecho. Sólo atiné a mentirle porque no quería despedirme con una pelea. Quería que él, en lo posible, sólo recordara esa noche de amor de la mejor manera.

Lo miré, lo acaricié y repasé mil veces en mi cabeza que habría de dejarle dicho antes de irme. Sonreí, también, un par de veces ante su carita al dormir que nunca había cambiado. Me imaginé en un par de ocasiones esa vida feliz que ya nunca tendríamos y me despedí llenándolo de besos y prometiéndole que iba a encontrar alguien mejor para amar, con quien podría tener todo eso que yo ya no podía darle; y antes de que los primeros rayos del amanecer cruzaran por la ventana me retiré de su casa con el peor dolor que alguna vez pudo haberme llegado a herir.

Dame una razón para quedarme
yo no quiero tu compasión
Quiero que estés conmigo
hasta que me haya ido

Desperté al amanecer producto del delicioso olor que provenía de la cocina, y como ella no estaba a mi lado, me imaginé que estaba preparando el desayuno. Pero me equivoqué, ella no estaba allí pero el desayuno sí y junto a él había una pequeña nota que decía:

“Tuve que mentirte, no puedo quedarme, no porque no quiera sino porque NO puedo. Algún día, espero que comprendas por qué me fui, pero si no puedes tan sólo quiero que sepas que te amo más allá de todo lo que puedes comprender. Sos lo mejor que me pasó en la vida precioso, y por ello deseo que puedas ser feliz y tener todo lo que siempre deseamos juntos.

Siempre tuya Mariana Espósito

P/d: no todo es lo que parece…”

Tienes que saber que es lo último que pido
Que estoy desesperado y según mis latidos
No me queda mucho tiempo a mi favor…

FIN DEL CAPÍTULO XXIII

Perdón, perdón, perdón sé que me desaparecí por mucho tiempo pero a decir verdad no pasé momentos muy buenos que digamos. Realmente estas tres semanas la pasé bastante mal y no me daba la cabeza para pensar en la novela, así que les reitero mis disculpas.
Por otro lado, veo que a pesar de todo tengo nuevas lectoras que participan en el blog, por lo que les debo agradecer. Y a los demás les pido que me cuenten si me echaron de menos, si extrañaron la nove, o lo que se les venga en ganas. Hoy les dejo abierta a su imaginación lo que quieran poner, además de las puteadas que de seguro me van a hacer por no subir antes y por dejarles un capítulo que empieza y termina triste....
En fin, no tengo mucho más que decir y tengo que ponerme a estudiar un poco así que nos vemos prontito. Besos.
Ah y ya saben los comentarios los dejan acá debajo o en mi twitter  @Yesi_xsiempreTA