AMORLALITER

AMORLALITER

04 noviembre, 2014

"Inolvidable" Capítulo 28

“Una familia”


-  Peter: ¿qué haces vos acá?

-  XXX: necesitaba verte…
-  Peter: ¿y no pensaste que después de lo que hiciste yo no querría verte?
-  XXX: no seas injusto Peter.
-  Peter: ¿yo injusto? –dijo enojado- Vos fuiste la que me mentiste, la que armó un plan siniestro con el hijo de re mil p… de Pablo ¿y yo soy el injusto Natalie? ¿Por qué no te vas mejor, antes de que llame a la policía?
-  Natalie: yo quiero explicarte.
-  Peter: ¿qué me queres explicar Natalie?
-  Natalie: yo nunca te mentí. Yo te amo Peter, siempre te amé y este hijo, aunque dudes, es tu hijo.
-  Peter: ¿cómo puedo creerte, si tengo pruebas de que estabas con Pablo? Ándate mejor, no des más pena –dijo enojado-


-  Claudia: ¿qué pasa acá? –salió interviniendo en la discusión-
-  Peter: nada, esta… mujer ya se iba –aseguró-
-  Claudia: adentro se escuchó la discusión y Lali se puso un poco nerviosa.
-  Natalie: ¿Lali? Así que por ella me dejaste, por esa trolita que seguro se encamó más veces con Pablo.
-  Peter: no te metas con Lali –levantó la mano y su mamá lo frenó, aunque en verdad no se hubiera atrevido a hacerle ningún daño, después de todo estaba embarazada- ¡Ándate! –le gritó-
-  Natalie: sí, me voy, pero esto no se queda así. Vos vas a tener noticias mías –se marchó-.
-  Claudia: Peter, Peter –lo tomó por las mejillas y lo miró- tranquilízate. Lali está allá adentro y lo estaba pasando mal realmente. Cálmate porque así no le haces ningún bien.


-  Peter: está bien –suspiró y luego entró más calmado y la buscó- ¿y Lali? –le preguntó a Bautista-
-  Bauti: entró al baño hace un momento.
-  Peter: -la buscó y le habló del otro lado de la puerta- amor ¿cómo estás?
-  Lali: -lloraba mientras se miraba al espejo- bien –mintió mientras se enjuagaba la cara antes de salir- me voy –le dijo e intentó marcharse lo más rápido posible-
-  Peter: Lali, para –la tomó del brazo y la detuvo- ¿qué pasa?
-  Lali: nada Pedro –lo miró- me quiero ir a mi casa y estar tranquila…


-  Peter: perdóname yo… -le interrumpió- no sabía nada.
-  Lali: ya no importa. Quédate con tu familia y por favor habla con Natalie, no vaya a ser que por mi culpa no veas a tu hijo –se soltó rápidamente, antes que él pudiera decir algo y se fue-

Pasaron días desde esa situación. Días en los que Lali no me habló, ni permitió que Gastón o Eugenia me dijeran algo. Días en los que maldije a Natalie y a mí por ser tan estúpido. Días donde miraba el primer regalo que pensaba darle por el embarazo a ella. Días donde también lloraba. Días en los que odiaba al mundo…


Entre uno de esos días, decidí dejar de hacerme el duro y por fin dejarme al descubierto para decirle a Lali lo que sentía. Simplemente, con ella no quería ni podía guardarme nada. Por lo que después de meditar qué decirle, resolví escribirle esto:

Debería empezar por decirte que te amo, que te amo aunque ya no eres la misma persona de la que me enamoré, aquella dulce chica que se volvía la más tímida del mundo en cuanto me acercaba y la misma que con su sonrisa eclipsaba el mundo. Lo acepto, ni tú ni yo somos los mismos pero somos una versión nueva de Lali y de Peter.

Hemos estado separados un tiempo significante, tan largo que me a mí me volvió un completo inútil que no merece tu perdón, aunque claro está no sabía nada de lo que ocurría. Tú, en cambio, te has vuelto una mujer increíblemente fuerte, más fuerte que la última vez que te vi. Tu sonrisa hoy tiene otro sentido al igual que tu vida. Antes eras la chica que salía a descubrir el mundo y a devorárselo con todos sus sentidos, hoy eres la mujer que es feliz porque de ella depende una vida. Y aunque lamento que tu transformación haya tenido que estar empañada por tanto caos te veo y siento el valor de volver a sonreír.

Te has vuelto espectacular y más inolvidable que nunca. Con una mirada que jamás vi en mi vida y con una conciencia del mundo que seguramente jamás entenderé. Te has vuelto una leona sin quererlo, pero ahí estás tan altiva y desafiante y en tu vientre llevas un bebé, una hija o hijo mío y muero de amor. Y te escribo esto porque si te hablo, seguramente, me quedaré obnubilado y las palabras se volverán un absurdo.

En definitiva sólo quería decirte que te amo y que te admiro. Que pienso a menudo en todo lo que ocurrió y me siento culpable pero incluso si hubiera podido prevenirlo no podría haberlo detenido porque simplemente tenía que pasar como pasan tantas cosas a nuestro alrededor y como han ocurrido historias que ni siquiera podemos explicar y que nos unen para siempre. El tiempo y el destino son inexorables mi amor y aunque haga mi mejor intento para volver atrás no se puede, pero si puedo planear mi futuro por eso te elijo para formar parte de él y espero que tú también lo hagas.
Siempre tuyo.
Peter


Había releído la nota un par de veces y no sabía qué pensar. Al principio amé su forma de describirme pero justo recordé la escena en su casa e intenté quitármelo de la cabeza, no por mí sino por mi bebé. Pero me mentía porque a quien le hacía mal era a mí.

Cerré los ojos e intenté pensar en algo mejor pero recordé sus palabras “el tiempo y el destino son inexorables”, y pensé que no podía remediar nada pero como también él lo dijo, podía cambiar las cosas y sí, en mi presente y mi futuro lo quería él sin importar como fuera.


Alguna vez se comportó como un nene inmaduro pero con sus acciones me demostraba que era un hombre, el hombre del que me había enamorado mi primer día en esta ciudad, el chico que me hacía escapar de restaurantes y con quien tenía sueños raros, el papá de mi bebé. Sí sonaba raro decirlo, pero ahora él era un hombre y yo una mujer y ambos pronto queramos o no formaríamos una familia.
Luego de pensar un rato más, le envié un mensaje que decía “Vení a la plaza quiero hablar con vos”, y lo cité ahí porque no quería ni podía soportar pelearme con él. Necesitaba llegar a un acuerdo por el bien de ambos y por el del bebé.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En cuanto recibí su mensaje de texto salí eyectado del sofá, tomé las llaves y conduje al parque lo más rápido que pude. Al cabo de unos minutos ya estaba ahí, y en cuanto la vi me acerqué y me quedé un rato observándola, tan linda, tan simple, tan distinta como estaba.

-  Peter: -suspiró profundo y caminó los pasos que los separaban- acá me tenes –se sentó a su lado-


-  Lali: hola –sonrió como si la esperanza le hubiera vuelto al cuerpo-
-  Peter: ¿te dije alguna vez que tu mejor accesorio es esa sonrisa? –sonrió provocando que ella sonriera aún más-
-  Lali: ya volvió el Peter chamuyero…
-  Peter: sólo digo la verdad –afirmó- Es que cuando sonríes me haces olvidar todo en el mundo –la miró detenidamente haciendo que ella se ruborizara-
-  Lali: sos un tonto –intentó minimizar- ¿sabes para qué te pedí que vinieras? –él negó al instante- quería hablar sobre nuestra relación.


-  Peter: -sonrió al oír: nuestra relación- ¿leíste la nota?
-  Lali: ajam… -miró el papel que tenía aún en sus manos- tenes razón… hemos cambiado mucho y aunque parezca mucho más independiente debo aceptar que te necesito en mi vida.
-  Peter: ¿qué quiere decir eso? –sonrió interrumpiendo-
-  Lali: que a pesar de todo lo que pasó yo te amo Peter, y no me imagino mi vida sin vos. Al final de cuentas de a poquito, se está dando todo con lo que soñamos…
-  Peter: -la miró serio buscando las palabras adecuadas- Es más de lo que soñé en realidad. Yo pensaba que un día te ibas a cansar de mí y me ibas a dejar de amar, pero después de una prueba de amor como la que tuviste que afrontar me doy cuenta que esto verdadero, que tus promesas y las mías son verdaderas. Porque déjame decirte que cuando te tengo lejos es como si me faltara el aire, como si no pudiera vivir porque algo de mí se va con vos y eso es porque te amo como no amé a nadie –ella iba a interrumpir pero no la dejó- Y darte cuenta que tanto amor dio sus frutos –apoyó su mano en el vientre de ella- es algo increíble.


-  Lali: -puso su mano sobre él y lo miró por un breve instante- ¿queres formar una familia conmigo? –preguntó al fin-
-  Peter: quiero todo con vos, los hijos, la mascota, la casa, tus ojitos cafés mirándome cada mañana, tu sonrisa, tus besos, tu amor. Así que si eso no contesta tu pregunta, sí quiero formar una familia con vos –le dio un beso en la mejilla y la estrechó entre sus brazos-

Un rato después…

-  Peter: mira, ese es un barco –señaló una nube-
-  Lali: y esa una ardillita, y una manada de ardillas atrás –rió-


-  Peter: amor eso es un hipopótamo
-  Lali: ¿me estás diciendo hipopótamo? ¿me estás diciendo gorda? –empezó a sollozar- tu papá me está diciendo gorda mi amor –lo miró enojada casi llorando-
-  Peter: amor, no te dije eso –se volteó para calmarla- dije que la nube se parecía un hipopótamo.
-  Lali: como yo, eso quisiste decir –lloraba-


-  Peter: no mi amor, no quise decir eso. Cálmate –intentó abrazarla- ¿queres que te vaya a comprar algo? ¿un helado? ¿un chocolate?
-  Lali: ¿para qué? ¿para que me ponga más gorda y me dejes por otra?
-  Peter: amor, yo no podría dejarte porque estoy enamorado, además estás hermosa, es más creo que estás muy flaquita. El médico te dijo que tenes que alimentarte mejor por el baby.
-  Lali: no, vos me decís todo eso para que yo me tranquilice así cuando estoy con la guardia baja me vas a dejar por una flacuchenta más linda.
-  Peter: -se acercó y la miró- no hay nadie que pueda ser más hermosa que vos. Tranquila –le robó un pequeño beso-


-  Lali: ¡PETER! –le pegó a penas en el hombro- yo no te dije que me podías besar y menos delante de nuestro hijo o hija.
-  Peter: -rió- no se va a enterar seguro de eso –la volvió a besar-
-  Lali: basta –intentó parecer enojada y luego se sentó de golpe- quiero ir a casa
-  Peter: ¿para qué? Estábamos tan bien… dale no te enojes amor.
-  Lali: no me siento bien.


-  Peter: ¿qué pasa? –se levantó de golpe- ¿qué te pasa mi amor? –la miró preocupado-
-  Lali: estoy un poco mareada, por favor llévame a casa.

Se desmayó antes de que me pudiera decir algo más, así que la alcé en mis brazos y la llevé lo más rápido que pude a su casa en el auto. Y en el camino llamé rápido a la médica que la atendía pero rápidamente disipó mis miedos diciéndome que era normal en el primer cuatrimestre y más por la anemia que le habían diagnosticado. Razón por la cual, una vez en su casa, la metí en su cama y fui a prepararle un gran almuerzo con los alimentos que tenía señalados en la dieta impartida por la médica.


-  Lali: ¡Euge, Gas! –gritó al despertar, mirando hacia todos lados-
-  Peter: mi amor, al fin despertaste –dijo entrando al cuarto con una bandeja llena de comida-
-  Lali: ¿qué es todo eso? –preguntó-
-  Peter: tu almuerzo, va el tuyo y el del baby –vio su cara rara- te desmayaste en el parque y llamé a la doctora porque me preocupé. Me dijo que era normal pero que también tenes que alimentarte mejor y si queremos formar una familia sana y fuerte tenes que empezar por comer bien.
-  Lali: -sonrió ante la atención de él- está bien –aceptó- aunque no creo que pueda comer tanto yo sola.


-  Peter: inténtalo –le pidió-
-  Lali: está bien mi amor –lo miró- gracias.

Después de ese “mi amor” le importó un cuerno que fuera muy pronto para besarla y todos los argumentos de ella. La amaba y no lo iba a ocultar. Así que antes de que la dejara almorzar, la tomó por la cintura y la besó tranquilo, lento y con suavidad y se olvidó nuevamente del mundo, como cada vez que estaba junto a ella.


 FIN DEL CAPÍTULO XXVIII


AGRADECIMIENTOS


Perdón mi existencialismo en este capítulo pero es que he leído una gran novela que me dejó replantearme hasta mi vida mismo y también la personalidad de nuestros personajes, que han luchado duro por ser quienes hoy son. Y creo que está bueno poder pintarlos también con esos matices…
En fin este post es de cumpleaños porque hoy hace un añito que estamos juntos. Es increíble pero cierto. Y digo increíble porque cuando empezó esto fue algo distinto, simplemente pensé que escribiría una novela y lo dejaría pero no pude.
Esto empezó porque un día dejé de soñar y me permití poner en palabras las ideas locas que se ocurrían en la cabeza y sin querer o queriendo inicié una historia. Recuerdo que no tenía nombre siquiera y después de mucho pedir ayuda, gracias a la música, mi fiel compañera, surgió “Te Esperaré”. Y un 4 de noviembre subí el primer capítulo y yo era un manojo de nervios y no sabía si iba a gustar pero gustó.
Es asombroso, cuanto más lo pienso más inverosímil me suena. Es que lo escribí y sólo esperaba que lo leyeran un par de personas pero hoy tengo más de 124 mil visitas, 107 entradas (dividas entre ambas novelas), más de 60 o 70 países en donde leen más o menos (cuyo idiomas a veces ni conozco) y amigos que también he cosechado gracias a este blog…
Pero después de tantas veces que entraste en los 5 minutos que tenías antes de clases, o para despabilarte mientras estudiabas, o por diversión, o porque esperaste que te devalara algo nuevo en el siguiente capítulo o lo que sea te tengo que decir GRACIAS. GRACIAS por estar del otro lado de la pantalla, en el lugar del mundo que te encuentres, leyendo, comentando, estando, bancándote mis contratiempos y mis disculpas. GRACIAS por permitirme crecer no sólo dejándome contarte una historia sino ayudándome con tus comentarios y consejos. GRACIAS por reír y llorar con cada personaje. GRACIAS simplemente por ESTAR y por ELEGIRME.
Tal vez el “ciberespacio” sea el lugar más abierto y frívolo que conozcas pero para mí también es un lugar que fomenta el cariño, el respeto y el amor. Y como no puede ser de otra manera te agradezco por regalarme un ratito de tu tiempo cada día, eso para mí también es una forma de apreciar a alguien así que si me permitís te mando un fuerte abrazo a vos que estás DEL OTRO LADO dejando que las palabras dejen de ser solo palabras y que existan. GRACIAS POR ACOMPAÑARME.

Yesi

26 octubre, 2014

"Inolvidable" Capítulo 27

“Ilusiones”


Cuando los días se hallan sustanciados de recuerdos uno aprende a no creer lo que ve porque parece inverosímil. Mira, toca, acaricia, siente hasta recapacitar que lo que tiene frente así no es la presencia mentirosa, que cuando uno extraña, se inventa para no sentir tanto dolor. Uno cercena una parte de sí para dar paso al olvido, cuando se da cuenta que lo que imagina nunca sucederá. Así me pasó con Peter cuando lo vi parado al frente de esa habitación. Pensé que no estaba, que era un dulce y hermoso sueño que mi mente creaba para que no necesitase tanto su presencia. Pero me desengañé al tenerlo ahí delante de mí llorando a mi par, respirando a mi par, palpitando a mi par.

Por fin había de acabar todo. Por fin yo recobraría mi libertad, mi paz, mi vida. Tendría la compañía de tantos que me hicieron falta y tal vez, también recuperaría su compañía… Tendría otra vez días de lluvia para caminar bajo ella o días de sol para echarme bajo un árbol y encontrarle formas a las nubes. Tendría la oportunidad de volver a ser yo, porque fue justamente eso lo que Pablo me quitó, mi oportunidad de ser yo misma. Me quitó mi libertad, mis anhelos, mis sueños y me los transfiguró por las simples ganas de no estar ahí y la repulsión que me causaba su presencia…


Pero a veces las cosas no se dan como uno siempre lo imagina. A veces las cosas trastocan la realidad y algo impensado ocurre. Así, después de tanto luchar por Peter, por mi hijo y por mí el destino desafortunadamente jugó en nuestra contra. Y sí, no era demasiada la inclemencia que habíamos padecido ya, hasta ese momento en que un funesto disparo tuvo que dar con el cuerpo de Peter. Me encendí en cólera, luego, y aborrecí con el alma a Pablo, pero como la luz al final del camino aparecieron policías, Tincho, Euge y Gastón a ayudarnos y ese mal sueño por fin había acabado.

-  Lali: ¿estás bien? Amor háblame –lo recostó en su pecho mientras lo miraba-


-  Peter: sí –sonrió mirándola- ¿y vos amor? –empezaba a lagrimear- ¿estás bien princesita? –le acariciaba la mejilla-
-  Lali: shh, no hables te va a hacer mal –dijo y mientras llegaron los paramédicos-
-  Peter: estoy bien –aclaraba tomado de la mano de ella- a ella llévenla está embarazada –dijo con los ojos llenos de lágrimas-
-  Euge: -apresurada- vamos, vamos. Los dos van a estar bien –prometió mientras metían a ambos en dos ambulancias-


Las ilusiones son lo que nos motivan a seguir cuando ya nada queda. Lo que nos enseña a luchar aunque el final del camino resulte sinuoso e irresuelto. Nos enseña a ver más allá de lo que creemos ver, más allá de nuestros ojos. Nos enseñan a reparar en esos pequeños instantes que hicieron la diferencia: esa tarde observando desde lejos a una mujer que nos cautiva, porque tal vez cobardes, tal vez deslumbrados por su belleza no nos atrevemos a invitarla a cenar; o ese momento en que tomados de la mano, caminando por una plaza descubriste que no hay nada que te llene más de felicidad que tener la suerte de tenerla a tu lado; o la noche en que no pudiste dormir desvelado por su angelical presencia al lado tuyo.


Las ilusiones son ese jardín donde nos refugiamos con nuestro amor a planear una historia juntos, o donde vemos a nuestros hijos corretear junto a la mascota de la casa. Las ilusiones son los hilos conductores hacia un futuro mejor. Es la recapitulación que necesitamos para seguir nuestro destino. Las ilusiones son esos pequeños regalos que nos construyen solamente la gente que nos ama para nunca desistir a nuestra lucha.

De ilusiones no se vive, lo sé bien. Pero por la ilusiones luchamos con todas nuestras fuerzas hasta contra lo imposible, porque más allá de la fe en algo o en alguien muchas veces lo único que nos queda cuando ya nada nos queda son las ilusiones. Y de eso puedo hablar segura, porque siempre que iba a caer, a desistir a mi lucha, a entregarme por completo la ilusión de volver a tener a quienes amaba cerca podía más. Me imaginaba a mis viejos felices por su nuevo nieto, a mis hermanos y a mi sobrino chochos con el embarazo, a mis amigos acompañándome en todo y a Peter rescatándome de este encierro para luego formar nuestra familia. Esa era mi ilusión y era en lo único que confiaba hasta que un día ocurrió; porque siempre que deseamos algo con mucha fuerza siempre se cumple.



-  Tincho: permiso… -dijo entrando al cuarto- ¿cómo estás peti?
-  Lali: no soy petiza… nací con las piernas cortitas no más –sonrió-
-  Tincho: -rió- ah buen... estás mejor parece –se sentó- te traje unas flores –las puso en la mesa de luz- me preocupaste mucho vos…
-  Lali: sí, me contaron que gracias a vos estoy libre –sonrió- ¿por qué me ayudas tanto?
-  Tincho: porque… sos como la hermana que siempre quise tener y no iba a permitir que nadie te haga daño a vos, a Ikky o a mi sobrino.
-  Lali: o sobrina –agregó-
-  Tincho: estoy seguro que es sobrino –sonrió-
-  Lali: gracias, de verdad gracias por todo.



-  Tincho: no es nada –se tapó la cara porque estaba a punto de llorar- ahora te dejo que descanses y te recuperes para que mi sobri nazca sano y fuerte, que cuando sea grandecito lo llevo al club. Va a ser el AA más joven de todos.
-  Lali: seguro –sonrió y le dio un beso en la mejilla antes de que se vaya- te quiero mucho Tincho y gracias en serio.
-  Tincho: no es nada…
-  Lali: ah Tincho ¿y Pitt?
-  Tincho: llorando como nena. Fue a penas un rasguño y él ya está diciendo que va a morir.
-  Lali: ¿en serio? Pobrecito mi amor.
-  Tincho: nada de pobrecito, es re maricón. En un rato terminan de vendarlo y lo traigo… -se fue-

Un rato más tarde…


-  Peter: permiso… -entró a la habitación y observaba como ella dormía- sos tan linda –suspiró-
-  Lali: gracias –sonrió despertando- hola… -lo miró-
-  Peter: hola hermosa ¿cómo te sentís?
-  Lali: bien, estamos muy bien –se miró la panza- ¿vos cómo estás?
-  Peter: me alegro –la tomó de la mano- Estoy bien, fue sólo un rasguño por suerte… -hizo silencio- Lali yo…
-  Lali: Peter yo… -dijo al unísono- habla vos –sonrió-
-  Peter: no, habla vos
-  Lali: gracias por arriesgar tu vida por mí pero no deberías haberlo hecho, ahora tenes un hijo y…



-  Peter: shh –la calló- tenía que salvar a mi hijo y a su madre –sonrió- yo soy capaz de dar la vida por ustedes amor –la miró a los ojos-
-  Lali: pero… ¿y Natalie? ¿y tu hijo?
-  Peter:  Natalie es cómplice de Pablo y no me sorprendería que ese hijo no fuera mío, pero ese es otro tema… -la miró- ahora me preocupan uds –hizo el amague de poner su mano sobre la panza de ella y luego la apartó de inmediato-
-  Lali: -sonrió- ¿queres tocar? –le preguntó y antes de que él dijera algo le tomó de la mano- hola amor, te voy a presentar a una persona muy importante… él es tu papá y te ama mucho, mucho –apoyó la mano de él sobre su vientre-



-  Peter: hola hijito o hijita –dijo emocionado mientras acariciaba la pancita de ella- no sabes como quería estar con vos… yo soy un idiota –dirigió la mirada a ella- debería haberte cuidado más amor… mira todo lo que me perdí…
-  Lali: no es tu culpa, vos no sabías nada.
-  Peter: pero, debí buscarte más, debí luchar, debí ser más fuerte –dijo a punto de llorar por toda la situación-
-  Lali: no podemos volver el tiempo atrás ya, no tenemos una máquina del tiempo. Pero sí podes disfrutar este momento –le dijo segura y apoyó su mano sobre la de él- tengo la sensación de que le gusta que le hable –cambió de tema- aunque aún no ha dado ninguna señal –sonrió- es chiquitito todavía –tomó algo de la mesa y se la dio- es la primera ecografía que me hicieron en cuanto llegamos
-  Peter: –tomó la ecografía entre sus manos y se emocionó aún más- es hermoso o hermosa –observa  hasta el más mínimo detalle- tiene tu boca haciendo pucherito –rió-


-  Lali: y tu  lunar y tu nariz de poroto, mira –le indicó sonriendo-. En todo el tiempo que llevo embarazada nunca pude verlo, pero me lo imaginaba así, con un poco de vos, con un poco de mí…
-  Peter: es lo más lindo del mundo, como vos –la abrazó con todas sus fuerzas- Gracias por todo, gracias por hacerme papá, por amarme tanto, gracias Lali…
-  Lali: -lo abrazó también porque recordaba que había necesitado mucho sentirlo así, tan cercano- gracias a vos por hacerme mamá y por dejarme descubrir que no hay amor más grande que el que nos une a un hijo –lo miró- ahora te amo el doble.



-  Peter: y yo el triple. Gracias –junto la frente de ella con la suya- gracias por resistir y por tanto amor. No me va a alcanzar la vida para agradecerte -le dio un beso pequeño en los labios- Te amo Lali.

Ella no emitió palabra alguna. Ninguno de los dos lo necesitaba. Simplemente se miraron en silencio, diciéndose lento y a la vez con prisa todo lo que se habían necesitado el uno al otro, lo que se habían esperado y hasta cuánto se amaban. Luego, él se acercó los pocos centímetros que los separaban y la besó. La besó como si no existiera nadie más, como si el tiempo no hubiera pasado, como si el mundo solo les perteneciera a ambos. Ella tomó distancia, lo observó por unos escasos segundos y exhaló en paz, mientras se arrojaba nuevamente a los brazos de él y se escondía en su pecho como pidiendo que ya nunca más la dejara sola, como deseando escudarse en él para siempre.



Había pasado un total de 3 días y mi nenita, sí ella seguía siendo mi nenita, seguía ahí recuperándose y recuperando el peso que debería haber tenido. Yo no me apartaba de su cuarto e iba a toda hora a buscar todo lo que se le antojaba, ya no quería perderme un segundo más de su embarazo.

Nuestros amigos y mi familia venía regularmente, casi cumpliendo un ritual, dejando flores, algún deseo de que se recupere pronto y mirándonos felices cuando nos veían juntos. También, Lali recibió un par de videollamadas de su familia, la cual se había enterado de todo y se había preocupado, pero por pedido de ella no fue permitido que vinieran a verla.

Estaba feliz y yo no quería interrumpir esa felicidad, así que decidí ocuparme de todo lo relacionado a Pablo, a Natalie y a mi hijo por mí mismo. Ella había recobrado su paz y no permitiría que nada lo opaque.



-  Lali: ¿y tu hijo? –preguntó de golpe desconcertándolo-
-  Peter: pedí un examen de ADN –contestó en seco, evitaba hablar de ese tema con ella-
-  Lali: ¿y si fuera tu hijo? –desvió la mirada de la tv y lo miró- yo no quiero que estés conmigo por obligación, tenes derecho a formar tu familia con quien amas.
-  Peter: vos sos la mujer que amo –la miró- y si fuera mi hijo, lo cuidaré, lo criaré y no dejaré que le falte nada material ni mi amor, no podría, pero tampoco puedo obligarme a estar con alguien a quien no quiero –contestó-
-  Lali: pero…



-  Peter: pero nada hermosa… vos no te preocupes por eso ¿sí? –le dio un beso en la mejilla- En fin… mañana ya te dan el alta ¿queres que hagamos un almuerzo en casa para celebrar? Mamá quiere verte por allá…
-  Lali: está bien, pero ahora quiero estar sola.
-  Peter: -la miró sin entender- ¿te dije algo malo? ¿te enojaste?
-  Lali: me cambiaste de tema –se cruzó de brazos- nunca te veo preocuparte por nada… quiero decir que no quiero que cambies tu vida por mí, no lo necesito –cambió su enojo por tristeza- te amo, pero pude sobrevivir sin vos –dijo con la voz rota y a punto de llorar- y podría volver a hacerlo nuevamente.



-  Peter: -se sentó a su lado- ey, no llores –acarició su mejilla- sé que no me necesitas, lo veo en tus ojos. Veo que cambiaste, veo que sos mucho más fuerte pero también te veo asustada, veo tu miedo y yo no quiero que vivas así. Y sí me preocupo, lo estoy haciendo pero no te lo digo porque necesito que estés tranquila, quiero que estés bien por vos y por el bebé. Si sale positivo el ADN me haré cargo pero eso no quiere decir que te quitaré de mi vida porque te amo en serio y no pienso alejarme nunca más de vos.
-  Lali: ¿sí? –hizo puchero llorando-
-  Peter: sí linda –sonrió- te ves más hermosa con tus cambios de humor.



-  Lali: ¿me estás diciendo bipolar?
-  Peter: no, amor. Sólo digo que es lindo ver como cambias de humor, se nota que el embarazo te pone así y es lindo recordar que tenes una personita creciendo acá –puso la mano en su vientre-
-  Lali: no trates de arreglarlo, me dijiste bipolar –se enojó una vez más- ándate –iba a llorar de nuevo- ah y tráeme helado de chocolate pero vos no vuelvas… no te queremos más
-  Peter: -rió- bueno hermosa –le dio un pico-
-  Lali: no me beses, estoy enojada, salí, salí –lo empujó un poco- perdóname, vení dame un abrazo –lo abrazó- igual quiero mi helado eh –sonrió-



-  Peter: bueno voy a buscarlo –rió y le dio un beso- te amo.

Al otro día Lali ya estaba más tranquila, pues los cambios de humor eran producto del embarazo, y para ser sincero a mí me encanta eso. En fin, luego de unas horas ya estábamos marchando a la casa de mi mamá a almorzar todos juntos, y ahí también íbamos a darle una pequeña sorpresa pero la sorpresa me la llevé yo después de unas horas, cuando fui a abrir la puerta pues el timbre sonaba con insistencia.

-   Peter: ¿qué haces vos acá?
-  XXX: necesitaba verte…



FIN DEL CAPÍTULO XXVII

Hola ¿cómo están? Espero que bien, y también espero que les guste este capítulo. A mi personalmente me encantó escribirlo porque Peter y La empezaron a acercarse una vez más y además porque están intentando formar esa vida que siempre imaginaron.
En fin, cambiando de tema. Falta poquito para que el blog cumpla un año (el 4/11), ¿pueden creerlo? ya hace un año que estamos juntos y la verdad tengo muchísimo que agradecerles, pero trataré de hacerlo ese día con detenimiento. Pero mientras quiero que me cuenten qué recuerdos tienen de este año compartido con las noves, cuáles fueron sus capítulos favoritos ya sea de "Te Esperaré" o de "Inolvidable", cómo llegaron al blog, o lo que quieran contar acá debajo en los comentarios o en mi twitter @yesi_xsiempreTA. Nos vemos prontito. Besos